Creo que uno de los mejores placeres en el mundo es dormir, llegar a tu cama y dejar atrás el día vivido; siempre he creído que la energía con la que duermes es la energía con la que descansas y por supuesto, la actitud con la que despiertas a un nuevo día.
Todas las noches mi padre acostumbra sintonizar las noticias y por las mañanas lee el periódico para ver qué es lo que pasa en el mundo y por supuesto en México; cuando salgo a la calle me pide que voltee para todos lados y me dice que debo de tener cuidado de lo peligroso que está el mundo porque ya no podemos confiar en nadie; honestamente cuando voy caminando por la calle trato de no pensar en sus palabras y elijo creer que todo a mi alrededor es seguro; cuando regreso a casa procuro no poner atención a los noticieros porque considero que no es sano para mi mente y espíritu irme a dormir con miedo y angustia.
Hace un par de semanas hablé de la “Ley del Mentalismo”; la cual, es una de las leyes universales que dice que todo en el Universo es mente y los seres humanos creamos nuestras experiencias materiales a través de nuestros pensamientos; dentro de esas leyes, también se encuentra la “Ley de Vibración” que significa que nada es inmóvil porque todo se mueve de acuerdo a un ritmo vibrante.
“La materia ni se crea, ni se destruye, sólo se transforma.”
Antonie Laurent de Lavoisier.
(si queremos poner la energía habría que atribuir la frase a Einstein, ya que Lavoisier hablaba de materia.)
Antes que todo, nosotros somos energía existencial; es decir, a través de nuestros pensamientos generamos vibraciones emocionales que nos permiten adaptarnos al entorno y nos ayudan a conectar con nuestras experiencias; toma en cuenta que la vida es un espejo que nos refleja cómo se sienten nuestras creencias porque todo en lo que vibremos se convertirá en una ola de manifestación en nuestro plano real.
Todos estamos familiarizados con la iglesia independientemente que profesemos sus creencias o no; la iglesia es una institución creada hace millones de años cuya misión es condicionar a los seres humanos a manifestar “el bien” y proyectar “su mal”; recuerdo que cuando mi hermana hizo su ceremonia de confirmación, una de las preguntas que el sacerdote le hizo fue si ella estaba dispuesta a renunciar al “diablo”, cuando ella dijo que sí, recibió una bofetada por parte del sacerdote. Al principio, esta acción me provocó miedo y odio hacia “el demonio” y pensé: ¿qué hubiera pasado si mi hermana decía que no renunciaba a Lucifer?
Según la historia bíblica, Lucifer fue un arcángel que se rebeló en contra de Dios y en esa rebeldía, Dios lo expulsó del paraíso para venir a la tierra; a partir de ahí, la religión tomó a Lucifer como referencia para controlar a la humanidad y temerle a la divinidad, según estas creencias será hasta que renunciemos a nuestros pecados que seguiremos condenados a vivir como almas en pena destinadas a la expulsión del paraíso hasta que la misericordia de Dios nos salve.
Quiero decirte que Lucifer es el arquetipo de nuestro ego que nos hace creer que todo está separado y que nosotros estamos alejados de la divinidad, esto nos ha conducido a una amnesia colectiva que nos hace pensar que los demás están mal y que nuestros pecados son ocasionados por el otro… acaso ¿tú puedes eliminar la existencia de tu ego o de tu demonio interior? Nadie puede, porque no se trata de eliminar, se trata de integrar lo que somos.
La existencia de Lucifer fue creada para equilibrar la energía del Universo porque el cosmos no está constituido por una totalidad de luz; por lo tanto, la existencia del Diablo es parte de una de las polaridades de las que estamos hechos; es decir, así como somos Dios somos Diablo porque desde ambas energías manifestamos nuestra experiencia humana para aprender a elegir en consciencia.
Si en verdad estás dispuest@ a deshacerte de las malas energías que crees te persiguen todos los días en el trabajo, con la familia, amigos, pareja etc., primero toma consciencia de los estados en los que vibras que te hacen abrirte a energías que resuenan con densidad. Si estás manifestando una situación en donde crees que las personas te están haciendo mal de ojo, antes de ponerte un sin fin de amuletos que te hacen creer que así estás más segur@ de cualquier peligro, toma consciencia de los pensamientos con los que te levantas todos los días porque son estos los causantes de la experiencias que vives ausentes de amor; de igual manera, toma el control de tu poder personal porque nadie en este mundo puede atentar contra tu voluntad a menos de que lo que permitas.
Eres un/a alquimista nat@, ésto significa que puedes manifestar lo que piensas en realidad; desafortunadamente, nos han inducido a un coma de olvido sobre nuestros poderes de sanadores, de sabios, de milagrosos, de médiums, de magos porque en la historia humana, hablar de brujería era como escupirle a Dios por ser practicantes de los hechizos del Diablo; esto originó que l@s bruj@s fueran asesinad@s de formas muy crueles y esa memoria se quedó impresa en nuestra mente colectiva que nos hace reprimir nuestra sombra para expresarla de las formas más desafiantes y atraer situaciones de miedo en lugar de amor.
¿Cómo puedes limpiar energéticamente tus espacios? Para empezar ten la intención de responsabilizarte de lo que has creado porque eres un ser que manifiesta; puedes empezar conectando contigo a través de la meditación y visualizar el espacio o situación que te están confrontando para que puedas envolver esa experiencia con luz y amor; puedes comprar inciensos del olor que más te guste y pasarlo por el lugar que quieras bendecir; pide a tus guías ancestrales, Dios o a la energía a la que seas más allegad@ que te ayude a desapegarte de esa situación y que te guíe a limpiar todas esas energías que están fuera de la compasión; ofrécete a recibir su apoyo para que comprendas cuál es la misión de esa experiencia; puedes conectar con la gratitud que es una pieza fundamental para limpiar la energía porque ésta te ayuda a tener humildad sobre lo que tú también atraes como human@; agradécele a esa experiencia pues te ayuda a comprender que tú también vibras, creas y destruyes porque tú y todos estamos conectados a la esencia divina.
La brujería no tienen nada que ver con la maldad, es la práctica que nos ayuda a reunir nuestros dones espirituales, pero nos resistimos a reconocer nuestros poderes de bruj@s porque nos han condicionado a creer que eso no existe; recuerda que eres una extensión de Dios o de la energía suprema; por lo tanto, date permiso de conectar con tus atributos y utilízalos en beneficio de la humanidad; no se trata de que seas un fanático más de Jesús, Buda, Lao-Tse, María etc., se trata de que te conviertas en ell@s para que transformes la energía de amor en un servicio puesto a los pies del mundo.
Te honro, Shary ChavLó ∞
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