Desde que tengo memoria los seres humanos hemos vivido en una guerra campal entre quiénes son mejores, si las mujeres o los hombres.
Hoy nos encontramos en un siglo totalmente diferente donde las mujeres no hemos cesado de exigir los mismos derechos que los hombres, para que por fin seamos validadas como un igual.
Somos un igual, siempre y cuando lo veamos desde un punto de vista humano, todos somos iguales porque somos una existencia con pensamientos, emociones, inseguridades, fortalezas y debilidades, sin embargo, lo que nos hace diferentes es el rol que jugamos en la tierra, si lo vemos desde una perspectiva arcaica los hombres están hechos para defender el territorio y hacer todo lo posible para que esa estructura se mantenga a salvo y las mujeres para proteger el interior de ese territorio poniendo amor para que esa estructura siga de pie.
Somos un desigual porque no podemos tener las mismas capacidades físicas que un hombre, somos un desigual porque ellos no tienen el mismo contacto emocional que nosotras, somos un desigual porque no cumplimos el mismo rol, somos un desigual porque ellos aportan a la creación de vida y nosotros la recibimos para darla; sin embargo, esto no significa que no tengamos las mismas posibilidades de lograr y establecer una realización con el mundo exterior.
Los hombres tampoco tienen beneficios de igualdad.
Cuando ellos estén libres de estereotipos de género,
las cosas también cambiaran para las mujeres como
consecuencia natural.
Emma Watson.
Si queremos una igualdad comencemos rompiendo esos esquemas ajustados en donde los niños sólo se visten de azul y las niñas de rosa, en donde sólo los hombres pagan y las mujeres no; las generaciones de nuestros padres traían ese sistema inculcado que percibía a las mujeres esclavas de la cocina y los hombres dependientes de su exterior, entonces me pregunto: ¿en qué momento nos ayudaban a integrarnos?, ¿cómo creer en la igualdad si dentro de casa no podíamos opinar porque sólo éramos niños?
Cuando te platiqué de los hijos te comenté que nuestro primer contacto con el mundo se debe a los padres y ellos son los que nos enseñaron a jugar con la muñecas o con los carritos inculcándonos que eso era lo real y lo correcto, pero si hoy estás decidido a formar una familia, creo que es momento de cambiar todas esas creencias envueltas en prejuicio que sólo como adultos tenemos y desde ahí podremos comenzar con el cambio en donde los niños y las niñas merecen el mismo respeto y entenderemos que nada nos diferencia, solo esa creencia insostenible de que unos son de venus y otros son de marte y ni siquiera sabemos el por qué, hasta donde yo sé ambos somos del mismo planeta, ese que se llama tierra.
Mujeres: por favor dejemos de enjuiciar a los hombres creyendo que todos son iguales y que todos quieren llevarnos a la cama, hay que comprender que nuestra naturaleza es la perpetuación de la especie y eso les demanda una sexualidad activa, pero eso no significa que nosotras no seamos tan sexuales como ellos porque nosotras necesitamos el mismo encuentro carnal para crear vida, el conflicto es que nosotras creemos que si lo experimentamos somos “putas” y esa, es una creencia que parte desde una polaridad, no desde una unidad, recuerda que la sexualidad fue creada para disfrutarse y hacerse con conciencia, entonces deja de resonar en esa vibración que atrae más de lo mismo, recuerda que ellos son tan seres humanos como tu papá independientemente de la relación e imagen que tú hayas construido de él.
Hombres: por favor dejen de creer que todas las mujeres somos intensas y estamos locas, porque eso nos impide romper con nuestro propio sistema femenino; un sistema que está por debajo de la fe en dónde sólo estamos hechas para ser las damas en la mesa y las salvajes en la cama, eso nos impide nuestro propio crecimiento y empoderamiento, porque toda la memoria de ese inconsciente colectivo es el que necesitamos romper para que ya no se traduzca en nuestra verdad, así que ayúdenos a contribuir a esa transformación que nos sigue impactando a todos, recuerda que nosotras somos tan seres humanos como tú mamá independientemente de la relación e imagen que tú hayas construido de ella.
Tengamos presente algo, todos, tanto hombres como mujeres tenemos las mismas energías dentro de nosotros una femenina y otra masculina, una que crea y la otra que se acciona para materializar, por lo mismo, ninguna puede existir sin la otra.
Les pido que de ahora en adelante nos comencemos a ver como humanos, sin necesidad de competir por quién es mejor, sólo mantengamos en mente que nuestros roles en la tierra son distintos así que hagamos uso de ellos de forma consciente llevando a ambas energías de nuestra mano, porque si así elegimos nacer es para emplearlo con amor entendiendo que nada nos separa, al fin y al cabo, siempre necesitaremos al otro para nuestro propio auto-conocimiento independientemente del género, porque no se trata de lo que pasa con él o con ella, se trata de lo que pasa contigo.
Te he platicado muchas veces de Dios, el universo, la energía, y te he dicho que para él o ella no existe un juicio, ni mucho menos nos mira como un hombre, una mujer o un género, porque ese universo que todo lo crea se sabe una energía universal sin definirse por tener un pene o una vagina; y te creó con tal amor que siendo mujer u hombre sabía que serías tan importante y especial como cualquier otro ser en esta existencia, y estoy segura que vienes a aportar a este mundo algo maravilloso te veas como te veas, sólo es cuestión de que tú lo creas y entender que viniste aquí para brillar.
Soy como tú,
Shary ChavLó ∞
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