Desde que inicié mi camino en el viaje del espíritu, mis maestros terrenales, ascendidos y ángeles etc., me han invitado a acercarme al ahora porque para ell@s es el único tiempo en donde la existencia es.
Hace tiempo te hablé del ego y te dije que formaba una minúscula parte de lo que somos y nos fue dado para que tuviéramos consciencia de que somos materia; la mente del ego está basada en la supervivencia porque cree que hay un final y tiene la seguridad que está separado de todo incluyendo del universo; su alimento predilecto es la culpa, la cual busca proyectar constantemente en los demás para victimizarse; con esto no quiero decir que el ego es el malo de nuestra historia, al contrario, gracias a él existimos de forma material; sin embargo, cuando nuestro poder personal se lo dejamos a él entonces nos lleva por los lugares menos amorosos y más retadores de nuestra experiencia.
Alégrate porque todo lugar es aquí
y todo momento es ahora.
Buda.
No se sí te ha pasado pero cuando estás en el trabajo estás pensando en asuntos pendientes que tienes en casa y cuando estás en casa estás pensando en las situaciones que dejaste en el trabajo, de esa forma se nos va la vida, transportando la mente a diferentes tiempos que ya pasaron o que aún no existen y el presente lo dejamos a un lado para vivir a través de la no presencia ¿por qué sucede esto? Porque las personas necesitamos de recuerdos para definimos a través de ellos y co-creamos el futuro de acuerdo a las experiencias que tuvimos.
¿Sabes? Hubo un momento en mi vida que creí quedarme sin “nada”, sin escuela, sin trabajo y la situación financiera en mi familia era escasa; tiempo después, comencé a tenerlo “todo” comencé a trabajar, tener mi propio auto, me mudé para solventarme, viajé etc., y cuando estaba en ese presente no dejaba de pensar en el miedo que me ocasionaba regresar a ese “nada” por lo que me olvidaba de vivir el ahora y aceptarlo de la forma en la que era; por supuesto, cuando atravesamos este viaje, olvidamos nuestros estados naturales como la paz y la felicidad y comenzamos a condicionarlas a través de las ilusiones que nos ofrece el tiempo.
Cuando creamos el presente desde el pasado lo hacemos a través del remordimiento y cuando lo creamos desde el futuro lo hacemos a través de la ansiedad ¿te ha pasado?; esto lo hacemos porque vibramos en miedo, miedo de no haber sido y miedo de no convertirnos; sin embargo, en el presente esos pensamientos no existen porque el aquí y ahora es el único momento para olvidar todo lo que fue y arreglar todo lo que será.
Normalmente nuestras relaciones son atraídas desde la inconsciencia porque llegan de acuerdo a la información guardada en nuestra memoria; cuando atravesamos relaciones amargas y no nos permitimos trascender esa relación, con esa información atraemos una nueva porque la creamos desde un tiempo pasado; cuando creemos que una relación avanza, el futuro comienza a hacernos ruido y visualizamos al amor como una emoción eterna; esto nos hace pasar por alto las faltas que sólo podemos detectar en el presente; es decir, si vivimos un abuso, violencia, agresión, manipulación… nos mentimos y creemos que debido a nuestras experiencias pasadas esas son el tipo de relaciones que merecemos; o quizá es el miedo a la soledad del futuro que nos impide conectarnos con la realidad; esas son las consecuencias de la no construcción presente que es el único tiempo que nos permite observar lo que estamos viviendo y nos da la oportunidad de saber para qué lo estamos viviendo.
Nuestras relaciones son lo más preciado que tenemos debido a nuestra necesidad de pertenencia; pero cuando una de nuestras relaciones nos confronta y decidimos enfrentarle, el ego toma la primera fila para participar, esto hace que la conversación se complique porque él siempre querrá tener la razón, así que de su portafolio saca lo siguiente: “te acuerdas cuando hace 7 años me hiciste una mala cara”, “cuando tú madre me dijo que era mala nuera y tú, ni me defendiste”, “estás loca y siempre lo has estado, ni me acuerdo de eso”, “¿qué estaba pensando cuando me junté contigo?” etc., si te das cuenta, el ego se encarga de sacar etiquetas, calificar, enjuiciar y/o culpar al otro antes de responsabilizarse ante la situación que crea; eso le impide solucionar lo que hay aquí y ahora porque para su mente él es quien está siendo atacado por lo que decide escuchar para contestar pero no para comprender lo que pasa; esto impactará en la relación de forma determinante y hará de ella una relación que sólo existe en el pasado.
Hace bastante tiempo te hablé de las emociones y te comenté que son una reacción natural porque nos conectan con la descripción de la experiencia, pero recuerda que desde pequeños nuestras emociones eran calificadas como buenas y malas y como todos traemos el falso chip de ser “buenas personas”; eso nos reprime emocionalmente, por lo que guardamos emociones negativas y las atraemos con experiencias o personas que constantemente las detonan; recuerda que tus emociones son sagradas y merecen ser sentidas, comprendidas y liberadas y para experimentarlas necesitas conectarte a tu ahora, aceptando lo que esa situación te hace sentir, eso te ayudará a comprender tus estados emocionales de forma consciente y a despertar tu propia inteligencia emocional.
Haz el siguiente ejercicio: Tómate unos momentos para ti, puede ser en silencio o no y date la oportunidad de respirar profundo, en cada respiración lleva consciencia a tu cuerpo, mente, emociones, pensamientos. Cuando hayas terminado, observa cómo en ese momento no existía ese pasado tormentoso ni ese futuro al que tanto temes, sólo estabas tú, entonces ¿por qué no te permites esto todos los días?
Quiero que sepas que gran parte de nuestras experiencias son creadas desde el miedo, estrés, preocupación, enojo, tristeza, angustia y nada de ello vive en el aquí y el ahora, y todo aquello que buscamos desesperadamente como Dios, ángeles, la felicidad, la paz o el amor, se encuentran cuando somos plenamente conscientes del presente, aquel que constantemente nos negamos por miedo a que no haya nada, cuando en realidad es donde existe todo.
Estás aquí y ahora,
Shary ChavLó ∞
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