La tierra ha existido desde hace miles de años, por ella han pasado decenas de generaciones y sociedades que dejaron cierta información en la tierra, la cual se quedó como la memoria impresa en la mente inconsciente de cada individuo; esa información está construida por los gritos ocasionados en las guerras, por las muertes de cada homicidio; por el llanto de la violencia masculina sobre el poder femenino; por la injusticia que originó el racismo; por la incomprensión de la separación cultural y por el daño irreversible causado por el poder.

¿Qué tanto de estas memorias ha sido superado? Somos parte de un colectivo que es prácticamente inseparable y hasta el día de hoy nos mueve de forma inconsciente a través de herramientas igual de destructivas; un sistema que nos sigue condicionando a través de la belleza, el amor, la felicidad, el dinero y el éxito; creencias que han hecho que el ser humano se aleje de su verdadero propósito que es encontrarse a sí mismo.

Hace tiempo te hablé del suicidio y te comenté que uno de los temores más grandes que tiene el ser humano es la disociación que experimenta y por ende, no le permite conectarse con su propio estado de paz, mismo que le fue arrebatado desde la infancia cuando su libertad quedó condicionada para ser dominada por otros.

Si me has leído anteriormente; sabes que suelo hablar del Universo, Dios o energía universal y te he dicho que tenemos el mismo poder de creación que aquel Universo que creó todo. Los seres humanos diariamente nos comunicamos desde diferentes lugares que pueden ser armoniosos, agresivos, carentes o abundantes esto significa que todo el tiempo estamos creando con nuestras palabras, pensamientos y acciones; y todo ello, nos condena o nos libera y por ende, eso hacemos con el progreso de la tierra.  

No necesitamos magia para cambiar al mundo.
llevamos todo el poder que necesitamos dentro de nosotros.

J.K Rowling

Una de las cosas que más me confrontan es presenciar cuando las personas se disponen a tirar basura en la calle; personas que creen que su acción no afecta de forma directa al lugar en el que habitan; eso habla de nuestra hipnotizada consciencia y desde ella estamos manifestando todos esos resultados que se materializan en un cambio climático, desastres naturales, extinción de ciertas especies animales, peligro en la sobrevivencia de la flora y fauna, etc.

¿Cuándo se acabará el mundo? La tierra tiene miles de millones de años de existencia y seguirá miles de millones más; sin embargo, a lo que estamos llegando es al término de los recursos que son indispensables para nuestra vida, como la naturaleza que nos brinda la herramienta fundamental para seguir existiendo que es el oxígeno; todos somos parte de la humanidad, por lo tanto, somos los responsables de construirla así como de destruirla; esto quiere decir que si no despertamos de forma consciente, regresaremos al mismo lugar donde apareció el primer hombre; aquel que descubrió por sí mismo mo crear desde cero; la diferencia es que ese hombre de hace miles de años no tenía consciencia de lo que hubo, pero nosotros ya la tendremos, y digo nosotros porque regresaremos a esta tierra las veces que sean necesarias para aprender a sembrar desde el amor incondicional; ese amor que nos hará conscientes que todos fuimos una causa de lo que tuvimos y que a su vez, perdimos; ese será el final y el inicio de todos los tiempos.

De igual forma, si seguimos con esas creencias que nos dividen y nos definen de acuerdo a nuestro color de piel, nacionalidad, orientación sexual, apariencia etc., nuestro valor existencial seguirá recargado en esas disfuncionalidades que más allá de unirnos nos separan.

Ten presente que no importa de que país vengas; estoy segura que buscas lo mismo que yo, que es ser feliz y estar en paz contigo y con todo tu entorno; tengamos presente que la felicidad es una ilusión de la mente que condiciona ese estado de acuerdo al espacio tiempo que estamos experimentando, por lo tanto no es permanente; lo único que permanece es nuestra paz interior, la cual sólo puede vivir en uno mismo; esto quiere decir, que la felicidad es directamente proporcional a la paz que vive en cada uno; por ende, si no hay felicidad en ti, no habrá paz y si esto sucede, jamás lograrás materializarla en el mundo, aquel que también es tuyo.

Creo que uno de nuestros cuestionamientos más comunes es saber ¿de dónde venimos? y ¿a dónde vamos? Difícilmente encontramos las respuestas porque desde que pisamos la tierra el entorno comenzó a prepararnos para adaptarnos a su propio sistema, aquel que no nos deja ver más allá de lo que nos enseña. Las respuestas a estos cuestionamientos son sencillas, venimos de lo más grande que existe para crear desde la misma grandeza y nos dirigimos a evolucionar nuestra consciencia; el cómo lo elijamos y el tiempo que nos lleve, será decisión de cada individuo que existe en esta tierra.

Desafortunadamente la humanidad sigue construida sobre cimientos disfuncionales que le impiden evolucionar de forma consciente debido a que ha adoptado un idioma   universal llamado indiferencia; cuando la humanidad esté preparada para despertar  ya no necesitará el consumo de armas porque dejará de creer que lo de afuera es un peligro; cuando la humanidad esté dispuesta a despertar será cuando eduquemos a personas conscientes emocionales desde temprana edad para que elijan caminos desde su verdadera identidad; cuando la humanidad esté lista para despertarse a sí misma, le quitará peso al recibir y le dará poder al dar.

Quiero decirte que el mundo en el que vivimos es la consecuencia de cada mundo interno; si no ves paz es porque no hay paz en ti, si no ves que los demás se comunican con amor es porque tú tampoco lo haces; si no ves unión es porque tú también vives y eliges estar separad@ de todo. Comencemos por tomar responsabilidad de nuestra participación en esta tierra y dejemos de esperar que las oportunidades lleguen para por fin cambiar, porque las oportunidades no llegan, se crean y si insistimos en crearlas desde lugares poco conscientes, entonces el resultado será lo que llamaremos “mala suerte”; recuerda que nada de lo que pasa es una casualidad porque todo forma parte de un mismo propósito, que es el despertar universal.

Depende de ti;
Shary ChavLó

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