Cuando entramos a una relación, nuestras expectativas siempre son altas porque estamos depositando todo nuestro amor, dedicación, interés, deseo, atención a una persona y desde ahí, comenzamos a poner tiempo a esa relación donde el siempre viene incluido en nuestros planes.

Hace poco, cuando te hablé del matrimonio, te comenté que los seres humanos insistimos en establecer relaciones con tiempo de caducidad y juramos que será hasta la muerte que el amor permanecerá, porque sólo hasta ese momento ambos tendrán la posibilidad de despedirse.

Recuerda que cuando estamos en ese proceso de enamoramiento generamos lazos de dependencia con el otro, ¿por qué? Porque cuando logramos lo que parece ser la meta más difícil que es encontrar una pareja, nuestro primer deseo basado desde la carencia es querer que esa persona no se vaya y comenzamos a relacionarnos desde la posesión y no desde la libertad.

En todo ese intento y necesidad de tener una relación “estable” comenzamos por generar inseguridades que reducen nuestra estima y actuamos desde los celos, mismos que nos hacen creer que somos inferiores y que no tenemos valor suficiente ante el otro y de esa forma, empezamos a ser atacados por nuestra mente que nos dice: “te va a dejar”, “seguro te está poniendo los cuernos”, “es más guap@ que tú”, “cuando está con sus amigos no me pela”, “no me ha llamado, seguro ya no le importa la relación”, “porque no hace esto, ya no me ama” etc. Todas esas ideas son las afirmaciones que tú te crees y le dan dirección a tu relación y por supuesto la encaminan al verdadero desenlace.

No te preocupes por las personas del pasado,
hay una razón por la que no llegaron a tu futuro.

Paulo Coelho.

Quiero que comprendas que nadie tiene el poder de dejarnos, la gente sólo se va de nuestra vida, porque esas personas también tienen el derecho de avanzar al igual que tú.

¿Por qué nos duele tanto su partida? Tenemos la costumbre de idealizar a los demás y cuando nuestras expectativas; las cuales yo llamo fracasos predictivos, no resultan como nosotros imaginamos es porque no cesamos de vivir una relación futura y no hicimos caso al presente, entonces el dolor viene porque toda esa dependencia la cubrimos de ese gran miedo de vernos solos de nuevo; duele porque parece que se llevan una parte de ti y con esa parte se van tus recuerdos y promesas, pero no, ten en mente que esa persona que se va, tiene el poder de regresarte a ti y recordarte lo único verdadero, que tú siempre has sido una persona completa, porque el hecho de que estés con alguien no significa que sea la mitad con la que respiras.

Si has tenido la oportunidad de leerme siempre hablo según las experiencias que he vivido e intento abrirte mi corazón para hablarte desde la honestidad. Hace tiempo tuve una de las experiencias más dolorosas, tomé la decisión de mudarme con una de las personas más importantes que tenía en mi vida, él era un amigo a quien inconscientemente veía como mi pareja simbólica; en el proceso de vivir juntos sucedieron muchas cosas, él decidió alejarse y dejarme de hablar mientras compartíamos el mismo espacio, por supuesto mis actitudes hacia él eran desde un lugar de apego y sus actitudes eran desde un lugar de arrogancia y eso provocaba que ambos nos comportáramos agresivos, eso originó que la relación se debilitara y por fin, terminara. Puedo decirte que experimentar la soledad estando con alguien, es uno de los estados más dolorosos que existen porque vives dos ausencias: la primera es el abandono que eliges darte a ti mism@ porque te quedas pendiente del otro y te olvidas de ti, y la segunda es aceptar que esa persona ya no está; esa situación impactó en mí emocional, física y mentalmente, me absorbía la tristeza, el odio y el resentimiento hacia él y hacia la situación porque no dejaba de sentirme rota, pero gracias a esas emociones que me destruyeron pude construirme de nuevo, lo que quiero decirte con esto, es que el permitirnos sentir nos ayuda a entender nuestras emociones y nos permite elegir diferentes estados conscientes que nos dan la oportunidad de ver las cosas tal cual son; a mí me hicieron comprender todos esos programas inconscientes que ambos teníamos, y así, logré contactar con el perdón y trascender la situación.

Cuando estamos en una situación donde nos sentimos abandonados, generamos culpa inconsciente y creemos que nosotros fuimos los culpables de que la relación fracasara y de alguna forma comenzamos a auto-castigarnos creyendo que si esa persona se fue, es por nuestra culpa y no, ambos han sido responsables porque cada uno arrastró sus propios patrones y no los supo entender en ese momento.

En la mayoría de los casos, en una separación nuestra responsabilidad es aceptar que decidimos relacionamos desde el apego creyendo que esa persona es nuestra, así que nuestra responsabilidad estará en saber cómo nos relacionamos con el otro y cómo decidimos vivir esa situación y desde qué lugar conectamos con ella.

Quiero que comprendas que todo esto no tiene que ver con el amor sino con el vínculo que sostenía la relación porque como sabes, el amor es tu estado natural y tienes la elección de compartirlo, sin embargo, es ese vínculo el que se transforma, y no se transforma porque el amor fue el culpable, se transforma porque tú y esa persona se encuentran en diferente resonancia que ya no coincide con lo que eres hoy e irónicamente lo más amigable es aceptar que tú y ese otro se relacionan mejor separados que juntos.

¿Recuerdas cuando te hablé de las pérdidas? Te comenté que experimentar una pérdida era vivir ese miedo de creer que no nos sentiremos completos de nuevo, y nuestro primer paso es negar esa situación y por ende rechazarla, recuerda que la aceptación nos hace entender que las cosas son como debieron ser, esto no significa que pases por alto el dolor de esa partida, como dije, eres un ser humano que siente y mereces vivir el duelo correspondiente a esa pérdida, así que te pido lo vivas sin que te preguntes el por qué, ya que las respuestas no llegarán a ti, cree que diste lo mejor que pudiste y supiste, y aunque aún no lo veas, estoy segura que terminar esa relación posiblemente fue lo mejor, porque dar pasos hacia adelante siempre será crecer y en el momento que te permitas avanzar, el olvido te lo encontrarás en el camino.

Por mi parte, estoy muy satisfecha de haber conocido a esta persona y permitir que entrara en mi vida, y a pesar de que no está en mis planes volverlo a ver, le estoy agradecida porque me dio las mejores enseñanzas como: amarme a mí misma incondicionalmente, respetarme, valorarme, reconocer las maravillas que hay en mí como persona y como mujer, mirarme, creer en mí, y sobretodo hacerme ver que mi amor no se lo llevó sino que se quedó siempre conmigo y sólo yo, tengo la voluntad de compartirlo con quien elija, y la mejor de las enseñanzas que esta situación dejó en mí fue entender que el pasado nos construye pero no nos define, ¿tú, qué aprendiste?

Ten presente que parte de nuestra evolución será ser testigos de como la gente se va porque no podemos vivir condicionados a los demás ni ellos a nosotros; haciendo esto consciente, puedo decirte que a partir de ahora comenzarás a relacionarte desde la libertad y vivirás relaciones presentes sin que tu mente ponga cadenas de tiempo sobre ustedes, sólo vivir la relación tal cual es, aceptando lo que llega, lo que es y lo que no, dejarlo ir.

Eres poderos@,
Shary ChavLó