Nunca he sido fanática de los comics ni amante de los súper héroes; pienso que como en todas las historias hay un planteamiento dual en donde existe el héroe y el villano; por supuesto, la mayoría de las personas estamos a favor de los héroes porque son los salvadores de la humanidad y sentimos una especial atracción disfrazada de rechazo hacia los villanos quienes la destrozan. 

Actualmente está exhibiéndose en cartelera mundial la película del Guasón, cuando vi los anuncios sobre la película, llamó mi atención que nunca había visto un filme dedicado a la historia de un villano, así que decidí ir a verla; el resultado me dejó perpleja  porque la película toca temas que deben ser de preocupación colectiva. 

Para empezar, me impactó el poder que tiene la psique humana; ¿qué es la psique? Es el espacio que une nuestros procesos conscientes e inconscientes y está condicionada por las memorias programadas de las limitaciones existenciales de nuestros padres y por una sociedad que nos ha moldeado a su manera; nuestra psique guarda una información que poco nos comparte y termina condicionándonos en nuestra vida adulta para que podamos adaptarnos en grupos donde resonemos y encajemos de manera constructiva o destructiva.  

“Yo no soy lo que me sucedió, yo soy lo que elegí ser.”

Carl G. Jung.

Cuando me dispongo a escribir, mi intención es hablarte desde mi experiencia y compartirte las situaciones que he experimentado; sin embargo, este escrito lo hago desde la preocupación por la complejidad de un sistema que se rehúsa a vernos despertar.  

Esta película me confirmó que el mayor daño que padece la sociedad es la victimización con la que elegimos observar nuestra historia, debido a que no existe algo más peligroso que las interpretaciones de nuestra psique porque a través de la interpretación confundimos el mundo real y lo convertimos en uno simbólico; ¿qué significa esto? Lo que está sucediendo fuera de ti no es más que la ilusión de lo que te cuentan tus creencias en donde piensas que la raíz de todos tus males son los demás porque tu mente está interpretando lo que cree que vive, pero no lo que realmente es.

Nuestra psique está condicionada a los momentos trágicos con los que fue programada, eso nos hace crear escenarios para conectar con lo que creemos que es el amor y empatía; si tu ya viste la película, recordarás que hay una escena en donde él Guasón está en el elevador y sube una vecina con quien brevemente interactúa, ella hace una señal que refiere al suicidio y en ese momento la psique de  Arthur interpreta el acto como algo empático porque simbólicamente él relaciona el amor con el maltrato personal sabiendo que el punto máximo que puede alcanzar el odio a uno mism@, es el suicidio; aunque el personaje no se atreve a atentar contra su propia vida, se encarga de proyectarlo en los demás y de esa manera sentir que está completo; cabe mencionar que según cifras de la Organización Mundial de la Salud cerca de 800,000 personas se suicidan al año en diferentes partes del mundo; por lo tanto, estas cifras corresponden al maltrato de una psique colectiva. 

Una de las situaciones que me impresionó del Guasón, es que él, al igual que muchas otras personas, se condicionó a través de su fuerte historia que lo llevó a transformar su miseria en una relación incestuosa con su madre por el profundo amor-odio que sentía hacia ella y que al final, le llevó a asesinar a quien inconscientemente percibía como su amante secreta; toma en cuenta que nuestro inconsciente necesita relacionarse con una pareja que sea igual a nuestra madre o padre para que nuestra psique se sienta en el mismo hogar del que no quiere desprenderse. 

Este escrito lo hago como una llamada de atención a los padres que se resisten a despertar, comprendo que cada familia tuvo una historia; sin embargo, no es justificación utilizarla en contra de un ser humano que tendrá que adaptarse a la sociedad y hacer algo por ella; me inquieta que los padres brinden amor condicionante a través de su ausencia o sobreprotección creyendo que eso es lo mejor para sus hij@s cuando ambas dualidades son igual de violentas; porque ningún@ niñ@ maltratad@ físicamente, emocionalmente y psicológicamente dejará de amar a sus padres, sino que preferirá odiarse a sí mism@ con tal de pertenecer al mismo nido disfuncional porque es cierto que una infancia sin amor, con certeza será una adultez destrozada. 

Me preocupa que los sistemas escolares sigan bajo los mismos estándares de educación, en donde es mas importante aprenderse la historia de un país en el que hubo y sigue habiendo tragedias en vez de enseñarles a gestionar sus emociones y así, guiar a los estudiantes a amarse a sí mism@s porque memorizar el nombre de un “héroe patriota” no tiene relevancia cuando se trata de utilizar sabiamente nuestro poder personal pues el amor propio es y será clave fundamental para la vida; es necesario que comiencen a enseñar en los centros educativos el impacto que tienen las decisiones para que erradiquemos los papeles de víctimas, porque es un hecho que son las víctimas quienes se convierten en victimarios en potencia; espero que haya iniciativas educacionales en donde se enseñe la importancia del perdón e integración como una opción de vida y de esa manera, ayudar a las nuevas generaciones a perdonarse a sí mismas por no encajar dentro de las exigencias sociales. 

Me inquieta que la sociedad siga atrapada entre lo que cree bien y mal, porque esa resistencia nos hace actuar desde la consciencia de separación llamada doble moral y nos esclaviza a vivir desde la dualidad, eso nos disocia de la empatía genérica y separarnos bruscamente del otro, es excesivamente peligroso porque sin darnos cuenta nos estamos convirtiendo en sociópatas inactivos, creyendo que con una sonrisa tramposa podemos engañar a quien interpretamos como nuestr@ enemig@ mientras planeamos de qué forma podemos destrozarle. 

Para mí, ésta película es una demostración del inexistente reflejo de empatía compasiva, esto es porque nos han enseñado que antes de tomar responsabilidad de lo que pensamos, hacemos, sentimos y creamos, preferimos poner un nombre al daño e interpretarlo como: “enfermedad mental”, “terrorismo”, “locura”, “padecimiento” etc., con tal de no tomar consciencia de que todo lo que decidimos ser en este momento, suma a una sociedad que está lejos de estar sana.  

Encuentro maravilloso que los seres humanos tengamos el potencial para proyectar nuestro futuro y regresar a nuestro pasado a través de una historia personal y colectiva hecha memoria; nada justifica la acción de tus padres si es que sólo supieron darte una infancia violenta, pero tampoco es justificable que te protejas detrás de las interpretaciones que das sobre cómo tenía que haber sido tu vida y además, utilices tu historia para actuar en contra o a favor del mundo; recuerda que tus decisiones son importantes y fundamentales porque tienen el poder de liberarte o esclavizarte, pero si tu libertad la estás orientando en proyectar tus ausencias emocionales en los demás, entonces estás lejos de ser libre; sólo estás siendo el resultado de un sistema que no quiere verte consciente porque sabe que si despiertas a favor de todos, ya no necesitarás armas que destruyan, porque te darás cuenta que tú ya venías preparad@ para transformar el mundo.

Con amor y servicio, Shary ChavLó