¡Uf! Creo que uno de los procesos más difíciles a los que nos tenemos que enfrentar, es perdonar, porque perdonar nos lleva aceptar que perdimos, y no refiere a haber perdido a otros, refiere a que nos perdimos a nosotros mismos en una situación que estuvo fuera de nuestro control.
Me gustaría decirte que para que entremos en un proceso de perdón, necesitamos entender que hay una situación que requiere ser perdonada, esto no significa que el perdón refiera a una racionalización de los hechos, el perdón refiere a comprender cómo nos hizo sentir esa situación y cuál fue nuestro sentir-reacción ante ella.
Hace tiempo te hablé del apego y te comenté que para mí, existían dos tipos de apegos, el material y el emocional, te había dicho que en mi experiencia el apego emocional es el más doloroso porque ataca directo en nuestro estado emocional, un lugar que raramente miramos y procuramos y es justo ahí, donde la necesidad de perdón reside.
Según estudios psicológicos y científicos el perdón contribuye a la reducción del estrés, presión arterial, salud física y mental además de que extiende nuestra posibilidad de vida.
El perdón es un acto del corazón, hazlo por tu propio bien,
es el único antídoto para el veneno que has dejado circular dentro de ti.
Wayne W. Dyer.
Quiero decirte que perdonar no significa la aprobación ni la justificación de actos terceros, perdonar es aceptar los hechos tal cual fueron y no determinarlos con base en la percepción que yo estoy eligiendo darle, es aceptar que los otros actuaron de acuerdo a la forma que creyeron correcta, es aceptar que el otro es como es y que tiene el mismo poder que yo de elegir cómo accionar ante un hecho, esto no significa que me resigne, significa que debo de entender que en las situaciones a las que me enfrento, de alguna manera yo soy responsable de haber usado a otros para herirme.
Perdonar significa que debemos empezar por nuestra propia reconciliación sobre aquello que estamos sintiendo entendiendo que tuvimos participación voluntaria dentro de la situación, y me refiero a voluntaria porque fuimos permisivos cuando entregamos a los demás nuestro poder emocional.
Esa resistencia a perdonar surge porque dentro de nuestras creencias siempre radica el hacerlo bien o hacerlo mal, y cuando sentimos que lo que hemos hecho o lo que hicieron los demás no está a la altura de nuestras expectativas entonces automáticamente culpamos o nos generamos culpa, y recuerda que la culpa es una emoción que siempre resultará agresiva lo cual, requiere nuestra absoluta rendición y por supuesto nuestro perdón.
¿Por qué perdonar es tan difícil? Nosotros somos los jueces más severos con nosotros mismos, y nos tomamos el papel tan en serio que creemos que somos los jueces de otros y que en nosotros está eximir sus culpas, ten en cuenta que no se trata de liberar a la persona sino el hecho que nos causó dolor, sólo que a veces nos da orgullo reconocer que fuimos nosotros los que elegimos atraer esa situación a nuestra vida y que de alguna manera resonamos con aquellos que tienen el mismo programa de desvalorización que nosotros, y así, decidimos dañarnos mutuamente, es por esto, que el primer paso para perdonar es perdonarnos a nosotros mismos porque hemos cometido la peor de las faltas, que fue dejar de amarnos y valorarnos, por lo tanto, perdonar no es un beneficio para el otro, es un regalo para ti.
Probablemente es demasiado pedir que olvides, porque dentro de nuestro juicio siempre preguntaremos: ¿cómo olvidar lo que esta persona hizo? Te diré algo, es imposible porque la mente está creada para pensar y lanzarnos recuerdos del pasado, pero lo que sí es posible es dejar de adherir una emoción a ese recuerdo, ahí es cuando realmente empezaremos a olvidar y sólo se quedará como una imagen tomada en algún momento de nuestra vida.
Poder perdonar a alguien refiere igualarnos a un mismo nivel de empatía y entender que esa persona actuó bajo su propio nivel de conciencia, eso no significa que la empatía apruebe, la empatía nos ayuda a entender que nosotros también somos humanos y que nos equivocamos, lastimamos, herimos, engañamos, traicionamos, porque todo eso que no apruebo en el otro es lo que niego de mí, de esa forma nos será más fácil entender que el proceso de perdón era comprender que el otro es como yo.
Siempre ten presente que el perdón es el acto más bondadoso del que disponemos los seres humanos, porque lo impulsa la energía más poderosa que es el amor, recuerda que perdonar no es que el otro salga impune, es entender que tú eres lo suficientemente valioso como para dejar que sentimientos como la culpa, el enojo, el resentimiento, el odio, el dolor etc., sean quienes dirijan tu vida, así que por favor permítete tener la voluntad de soltar aquello que lo único que te está generando es daño, porque si eliges no hacerlo, eso sí sería imperdonable.
Elige vivir libre,
Shary ChavLó ∞
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