Últimamente me he propuesto depurar mi casa y sacar cosas que ya no uso, es increíble los recuerdos que uno puede guardar sin darse cuenta; una de las cosas que encontré fue la película de “cenicienta”, esta película era de mis favoritas no sólo porque me creaba la ilusión de un príncipe azul, sino también la existencia de un hada madrina que llenaba la historia de esperanza y magia. 

Creo que la información que guardamos la mayoría de las mujeres en relación a una pareja está sustentada en los cuentos de hadas, específicamente aquellos sobre princesas; sin embargo, lo que encuentro interesante de estas historias es el conjunto de disfuncionalidades que las une y con las que nos  sentimos identificadas porque lo que nos atrae de ese tipo de historias, es la información con la que resonamos que está respaldada por las tragedias de mujeres “víctimas” de las creencias familiares y colectivas; hasta la llegada del príncipe azul con intenciones de salvador, quien las rescata de su miserable historia; esto originó una huella en nuestro inconsciente denominada complejo de cenicienta, bella durmiente, blanca nieves etc. 

La familia es el núcleo más importante en el que nos desarrollaremos emocionalmente, psicológicamente y espiritualmente porque nuestro sistema familiar es el círculo en el que formaremos los programas inconscientes más condicionantes y limitantes en nuestra existencia y con tal de pertenecer a ese clan, haremos todo lo posible por seguir en él; aunque eso implique renunciar a nuestra realización individual. 

El lugar en donde encontraremos la cantidad de amor necesaria para aprender y experimentar será en nuestra familia; esto significa que nuestro clan será el único que nos ayudará a experimentar la ilusión, carencia, exceso, limitaciones y disfuncionalidades que existen en relación a ser amados; esas creencias se quedarán impresas en nuestra memoria y nos conducirán a crear un nuevo clan con la misma cantidad de posibilidades y limitantes

Hace un par de años llegó a mí, un consultante que empezó a platicarme sobre su pareja; él me dijo que quería tener una relación seria pero su novia tenía muchos conflictos familiares y él pertenecía a una familia tranquila; por lo tanto, él no veía mucho futuro relacionándose con una mujer con problemas de linaje; a lo que yo le contesté: ¿tú sabes que hay dos tipos de familias en el mundo? Por un lado, está la familia disfuncional en la que sus miembros se unen a través de la violencia activa; por otro lado, está la familia que no sabe que es disfuncional y cuyos miembros se unen a través de la agresión pasiva; esto significa que todas son disfuncionales de alguna manera u otra, porque el hecho de que sus miembros no se dejen ser libres con tal de permanecer juntos, los vuelve esclavos de ella. 

“Aunque tengas una familia numerosa, otórgate un territorio personal donde nadie pueda entrar sin tu permiso.”

Alejandro Jodorowsky.

Desafortunadamente el índice de violencia familiar ha aumentado en estos días de pandemia; sin embargo, discrepo un poco con esta información porque la violencia intrafamiliar ha existido siempre; sólo que la causa era justificada por esa necesidad de salir de casa o ir a trabajar para no enfrentar el origen del problema pero tarde o temprano esa evasión iba a salir a la superficie expulsada de la peor manera. 

¿Por qué existe la violencia intrafamiliar? He llegado a la conclusión de que las relaciones funcionan a través de dos formas; el 95 por ciento de ellas funcionan desde las expectativas que incluyen las ilusiones, la culpa, los celos, la traición, los conflictos, la violencia, la carencia, la competencia, la infidelidad y el chantaje; todo esto se sostiene de la promesa de un para siempre con la enorme esperanza de que el otro o la otra cambiará; el otro 5 por ciento funciona desde la realidad que incluye una relación presente en donde hay libertad, igualdad, consciencia, lealtad y que se sostiene de una poderosa responsabilidad compartida en la que ambas partes asumen sus causas como propias y dejan de proyectar sus carencias a través del reclamo y manipulación; y ustedes, ¿en qué porcentaje están?

Toma en cuenta que para que una familia de varios miembros se forme, necesariamente se requieren dos partes para ser creada; por lo tanto, si una pareja se atrae y decide estar unida, inevitablemente detrás de cada uno de sus miembros hay una historia familiar que es inherente; por consecuencia, tu pareja es igual a tu padre, tu herman@ y tu madre; esto con el objetivo, de que por fin ambos tomen consciencia de sus creencias, se desprogramen de las programaciones con las que fueron educados y superen la relación que tuvieron con su sistema familiar; de no ser así, el conflicto se volverá una bola de nieve que será transmitida viciosamente entre ustedes y al volverse insostenible, ambos utilizarán su mejor comodín para chantajearse, manipularse, herirse y desahogar sus frustraciones que son sus hijos; sin embargo, el problema llega a ser tan grande que los padres, los hijos y la familia entera se adapta a un ambiente que se basa en la violencia constante confundiéndolo con un amor que duele.

¿Cómo erradicar la violencia familiar? Para empezar necesitamos definir ¿qué es la violencia? Porque en el extenso cuento que nos contamos para no llegar a la veracidad de los hechos, creemos que violentar o ser violentado sólo significa agredir físicamente; sin embargo, cuando un sistema familiar se alimenta a través de los insultos y devaluación ajena, estamos hablando de una de las peores violencias que existen a nivel humano que es vaciar en la mente del otro nuestros propios conflictos emocionales y existenciales, por el miedo que sentimos de solucionar las causas reales de nuestras heridas.

Cuando tengas identificado qué tipo de violencia estás experimentando, podrás comprender que a tu familia la elegiste por una razón, que es enseñarte la falta de límites que no has puesto como individuo y sobretodo, las pocas barreras que pones a tu sistema familiar, que como el de todos, está enfermo de creencias que limitan y no permiten ser; esto no significa que dejemos de pertenecer a la familia, quiere decir que renunciamos a todas aquellas situaciones malsanas que ya no nos benefician en ningún tipo de crecimiento.

Si vives violencia familiar y esta cuarentena está siendo la experiencia de mayor desafío, creo que es momento de que lo soluciones contigo mism@ porque la violencia y la toxicidad siempre se detona por las creencias y programaciones personales y el otro o la otra sólo son el reflejo de lo que no has trascendido de tu propio sistema; comprendo que la situación actual es compleja y posiblemente no tengas un lugar a donde irte y hace que donde estés la violencia incremente; pero si tú estás dispuest@ a poner fin a ello, entonces date permiso de pedir ayuda, porque cuando despiertas y te abres a recibir, ese soporte viene de donde menos te lo esperas así que siéntete merecedor@ de recibir sostén; pero si tú ya estás acostumbrad@ a convivir con la violencia es porque en realidad, te quedaste atrapad@ en el cuento de hadas creyendo que algún día serás rescatad@ de una situación a la que te llevaste con tal de ser de alguien, porque cada día te convences de que el “amor de tu vida” cambiará por ti y por libre albedrío te has programado con la creencia de que entre más toleres cualquier tipo de agresión, mayor será el amor y reconocimiento que generes del exterior, el cual te ha dejado claro que entre ustedes nunca ha habido amor. 

Sé libre, Shary ChavLó