El amor es como una gran cura milagrosa
que nos permite realizar cambios extraordinarios
en nuestras vidas.

Louise Hay,
Autora del best seller “Tú puedes sanar tu vida”.

El amor es la emoción más sencilla y a la vez más compleja de explicar; yo lo defino como la fuerza que motiva, mueve y transforma todo. Es la esencia de lo divino e incluso de lo perfecto; es el estado natural y auténtico del ser humano, un estado de conciencia incondicionada y como tal, un acto de voluntad que proviene de uno mismo.

He tenido varias experiencias acerca del amor; en ocasiones han sido amores disfrazados de compañía y en otras, de soledad. Yo creía que el amor se ganaba con esfuerzo y que entre más entregara, más me amarían; al final entendí que no era cierto.

Siempre he sido una mujer muy apasionada al amar, pero ahora lo hago desde otro lugar, un lugar de conciencia que comprende que el amor que puedo dar no es algo que deba de buscar en los demás, es algo que soy y que de forma ilimitada radica en mí para regalarlo y compartirlo con otros; y que por derecho divino la vida nos lo regresa disfrazado de personas, situaciones o experiencias.

Hoy describo al amor como una emoción compuesta de compasión, humildad y posibilidad, algo que une y construye; un sentimiento libre, omnipresente, omnipotente y omnisciente.

Tengo la certeza de que el amor viene de un lugar individual porque proviene de nuestra propia fuente creadora; es el anhelo evocado de aquello que llamamos ser.

El amor es mirar dentro de ti y aceptar que ahí está; reconocerlo como una luz que llevas y que tiene el potencial de alumbrarte, y por consecuencia a los demás; sin embargo a veces lo construimos según el sistema de creencias que nos impone la sociedad, la familia e incluso nosotros mismos.

Pero si hoy te detienes un momento y empiezas a estar presente, te darás cuenta que el amor está en todos lados, en lo que hacemos, en lo que vemos, en lo que creemos; ten presente que el amor se define a partir de la relación que decides tener con él y por añadidura vendrá a ti de esa forma. Por favor no te angusties si no logras verlo o sentirlo, ten por seguro que está ahí, sólo dedícate unos minutos a responderte lo siguiente: ¿Qué muros me he construido en contra de él?

Con todo mi amor,
Shary ChavLó.