Hay una gran diferencia entre confianza y creencia,
la confianza es personal,
la creencia es social.
Osho
Creo que uno de los grandes desafíos a los que se enfrenta el ser humano, es creer en uno mismo.
¿Qué es creer en uno mismo? Es saberte y sentirte tú, es aceptarte, aprobarte y amarte sin condiciones, sentirte merecedor y creador de tu destino, para mí, es sentirnos capaces de todo a pesar de las adversidades que algunas veces nos dejan con una única posibilidad que es el pesimismo escondido que se hace verdad.
Como he dicho en varios escritos, el entorno nos hace creer que no somos capaces porque “posiblemente no somos especiales“, “porque no tenemos una figura esbelta“, “porque no nacimos en cuna de oro, entonces hay que luchar para comer y no para soñar“, “porque solo los artistas pueden ser famosos, ricos, reconocidos y bien parecidos“, “porque nuestros talentos son insuficientes“, “porque dice mamá que debo de ser doctor al igual que papá“, y eso, va apagando nuestras ganas de soñar y de vivir.
Hace tiempo te platiqué del miedo que me daba iniciar con la misión de mi vida, que es ayudar a la gente a despertar, a confiar, que hagan conciencia de las situaciones que experimentan en su vida y lo hago a través de conferencias, terapias, talleres, escritos, etc. Con la esperanza de que esto me permita acompañar a las personas en los procesos más duros, mientras yo los acompaño y los tomo de la mano. Me costó mucho creer en mi proyecto de vida porque escuchaba a los demás que me decían ¿Estás segura? “Espérate más tiempo hasta que estés más preparada“, “ni se te ocurra dejar tu trabajo, mejor continua a ver que pasa“, “seguro será difícil“; eso me llenaba de miedo, incertidumbre, terror y veía a otras personas a quienes admiraba y mi diálogo interior era “estás loca, te tardarás años en llegar hasta ahí“ así que pensaba, mejor lo dejo y busco algo mejor para mí.
Mi mente me decía en tono desmotivante: “Qué duro es estés en un lugar que no te llena y sin sentirte con otra alternativa.“ Pensaba que mi felicidad valía una cierta cantidad cada mes mientras esperaba sentada a que despegara lo que yo había iniciado y dividía mi energía entre el trabajo y mi pasión; en la toma de esa decisión me pasó de todo, me robaron, choqué, gente se fue, perdí mi trabajo, me sentía desconsolada, triste y sola, tomé mi tiempo para entender el por qué de todo y opté por verlo como una señal y me dije: “Es mi momento, es hora de creer en mi y las posibilidades infinitas“, como yo siempre he dicho “Nosotros somos nuestra mejor posibilidad y nuestra más grande limitante“.
Lo que quiero decirte con esto, es que hay veces en que preferimos escuchar a los demás que nos aconsejarán impulsados desde su miedo interior y que automáticamente hacemos nuestro; cometemos el peor error de callarnos a nosotros mismos y preferimos depositar nuestros sueños en la realización de otros y eso hace que todo lo veamos imposible e inalcanzable.
Cuando te platiqué de la sombra, te comenté que necesitábamos conectarnos con ella a través de nuestro propio conocimiento y debemos comenzar por su integración desde la propia aceptación de quienes somos; esto se vuelve un gran paso para entender qué es lo que queremos y nos vuelve conscientes de lo que hay detrás que nos impide hacerlo y así, llegamos a nuestro verdadero yo, quien sabe que es lo que nos apasiona. Cuando lo identifiques, por favor ve por ello sin detenerte porque estoy segura es donde están tus mejores talentos.
Yo te diría inténtalo y sí ves que no es el camino, elige otro y si tampoco te convence cambia de estrategia hasta que sientas que das los pasos correctos siempre confiando en la fe que llevas y no en la que tú ves afuera. Por favor camina sin estorbarle al tiempo ni tampoco lo utilices como tu arma de escape, porque ¿te digo algo? Siempre hay vida, siempre hay tiempo y tú… caminas junto con ellos.
Nos admiro y honro,
Shary ChavLó ∞
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