La idea que me inculcaron mis padres en relación a la abundancia era que debía de estudiar una carrera y pertenecer a una empresa que me diera estabilidad económica, para que en el futuro, pudiera jubilarme en ella; te imaginarás la sorpresa que vivieron cuando llegó el día en que les dije que dejaría el trabajo para seguir mi propósito como coach espiritual; a pesar de que mi padre siempre ha sido de la idea de que no importa lo que hagas mientras seas feliz, sé que el fondo, tenía miedo a la no estabilidad que sólo un trabajo de oficina puede darte. 

Comenzar una carrera como coach me hizo enfrentarme a muchas cosas, entre ellas, poner una cifra monetaria a mis consultas, talleres y servicios; desde niñ@s nos acercaron a un concepto espiritual basado en la religión para poner a Dios en un lugar misericordioso y en el fondo de nuestro inconsciente, creemos que la misericordia está relacionada con la pobreza; por lo tanto, sino es a través de un diezmo religioso, creemos que los temas relacionados a la energía divina están peleados con el bienestar económico; porque hemos creído que el dinero no tiene nada que ver con Dios sino con el ser humano que sólo es capaz de generarlo. 

Uno de los servicios que más promuevo y que me encanta ofrecer es la canalización con ángeles; quienes me conocen saben que hablar de los ángeles significa sentirme en mi hogar porque considero que disponerme a comprender la energía universal es una de las mejores cosas que sé hacer; sin embargo, ha sido una profesión que más me ha enfrentado a mis creencias en relación al dinero, al grado, de que he atraído a personas que me cuestionan el cobro de mis servicios y quienes aseguran que Dios no cobra por atender; por supuesto, en ese momento esas situaciones me afirmaron la escasa relación que tenía con el dinero. 

Una de las programaciones más comunes que tenemos los seres humanos es el pensamiento basado en el “no hay”; esta idea en relación a la escasez es la herencia de nuestro sistema familiar, cultural y social que está sustentada en la idea de que entre más sacrificio existe, mayor será la posibilidad de ser abundante y las creencias de lucha que tenemos condicionan nuestra capacidad para crear experiencias enriquecedoras. 

La mente humana envía miles de pensamientos al día; el aire que respiramos entra en grandes cantidades para que nuestros pulmones tengan el suficiente oxígeno; siempre estás acompañad@ por una persona muy especial que aunque no tengas contacto con ella, es la única que puede mostrarte lo abundante que eres; la abundancia y la escasez están en la misma línea pero cada una vibra de forma distinta y sólo es responsabilidad de un@ mism@ decidir qué elegir y sobre todo qué manifestar. 

Recuerda que experimentamos un mundo dual que resulta indispensable para reconocer las polaridades que nos sostienen, pero cuando decidimos separar nuestra mente, automáticamente creemos que somos carentes porque desde muy pequeños nos enseñaron a serlo, creyendo que afuera está la abundancia de sentirnos felices, está el amor que nos acompañará por siempre, está el éxito que nos ayudará a obtener el reconocimiento ajeno; pero esos posicionamientos, nos hacen disociarnos de nosotr@s mism@s y cuando hay carencia personal, hay nada. 

“Agradece lo que tienes y terminarás teniendo más, si siempre te concentras en lo que te falta, nunca tendrás lo suficiente.”

Oprah Winfrey.

Cuando estamos en una relación siempre estamos pensando que queremos más de la otra persona, necesitamos cambiarle para que sea el hombre o la mujer soñad@ pero eso significa crear una relación desde la escasez en lugar de construirla desde la abundancia que puede existir entre amb@s; en un trabajo estamos más preocupad@s de pertenecer aunque implique renunciar a la felicidad creyendo que por unos cuantos ceros al mes lograremos comprarla y la infelicidad laboral es la máxima representación de una mente escaza; pensar en el futuro y culpar al pasado es rechazar la insatisfacción del presente al que no queremos atender, y estar en la ausencia del ahora, es condenarnos a vivir en la escasez. 

Quiero decirte que la abundancia no está relacionada al dinero como muchas veces lo hemos creído, tampoco a una profesión que te esclavice sólo porque te pagan; el dinero es un flujo energético que proviene de una fuente en donde todo es abundante y la escasez no existe; pero con el dinero hemos generado una relación de enemistad que se ha incrementado con los años y para que llegue, requerimos desapegarnos de él para que logremos un ritmo abundante y constante pero cuando hay pensamientos de pobreza sobre él, nuestro poder personal se vuelve dependiente y entre más co-dependencia exista, mayor será el abandono a nuestra salud, relaciones, familia, entorno y de esa manera, todo se tornará carente; así que antes de que tu mente te haga creer que se “va a acabar” disponte a confiar que lo que tienes es lo que necesitas para experimentar la vida de forma plena porque tú eres tan abundante como cualquier otro ser que existe en este planeta, pero si no te sientes merecedor@ de recibir abundancia, entonces siempre la juzgarás de escaza porque no tienes más allá de lo que deseas, por ende, tu mente insistirá en darte poder desde la carencia y será ésta, la que te condicione para que pienses que afuera no hay suficiente; cuando en realidad la abundancia no es algo que obtienes, es algo que siempre has sido. 

Eres abundante, Shary ChavLó ∞