Desde que tengo uso de razón siempre he amado y honrado a los animales; los perros me parecen sensacionales y si por mi fuera, tendría miles de animales en casa; la razón por la que me gustan tanto es porque creo que los animales nos recuerdan la libertad que hemos perdido y nos reconectan con el amor que es y no aquel que se condiciona a través de un intercambio. 

Imagino que has estado atent@ a las noticias actuales y te has dado la oportunidad de ver los incendios forestales que hay; entre ellos, en Australia; este país tiene 4 estaciones al año, el verano lo viven cuando nosotros vivimos el invierno y en temporadas de calor pueden alcanzar hasta los 29º centígrados; sin embargo, actualmente han llegado hasta los 41º centígrados, lo que significa que ha sido uno de los veranos más calurosos y que ha impedido que los incendios cesen y por supuesto, esto causa la muerte de millones de animales.  

¿Las temperaturas se deben al cambio climático? Existe algo llamado “efecto invernadero” que es un fenómeno que ayuda a que la tierra se mantenga dentro de una temperatura adecuada para existir; sin embargo, la injusta tala de árboles para construir edificaciones por lo general destinadas a viviendas que nos endeudarán durante gran parte de nuestra vida; el desperdicio de agua potable para celebrar algún suceso; entre ellos, el sábado de gloria en semana santa; la explotación de la tierra con fábricas que crean los productos a los que somos dependientes; el uso de combustibles como la gasolina que necesita el automóvil del que no quieres desprenderte; plásticos y exceso de basura que generamos por persona al día; y por supuesto, la falta de consciencia que nos hace permanecer en un pensamiento opresor que dice: “a mí no me afecta, yo no vivo ahí”; todos estos factores están impidiendo que el calor ocasionado por el ser humano pueda salir del planeta y eso origina un sobrecalentamiento por el exceso de contaminación que no permite que el aire circule. 

“Hay suficiente en el mundo para las necesidades del hombre, pero no para su avaricia.”

Mahatma Gandhi.

Como sabes mi ciudad natal es México, somos millones de habitantes así que entenderás que siempre es un lugar caótico; la semana pasada estaba en uno de los puntos más concurridos y populares del país que es el centro de la Ciudad de México, por las fiestas decembrinas había bastante gente y a lo lejos, vi a un niño comiendo una bolsa de frituras, cuando terminó de comerlas tiró la bolsa del producto al piso y siguió su camino; mi preocupación no fue el niño, no fueron los padres quienes me queda claro siguen alejados de la consciencia de unidad y preparando a su hijo para enfrentar la vida a través de la carencia y separación; mi real preocupación, fue el entorno que no hizo algo para enmendarlo, porque para mí significa que ya estamos acostumbrados y habituados a vivir dentro de un contenedor de basura llamado planeta.

Posiblemente en el transcurso de tu vida, has estado en relaciones que te han herido y/o situaciones que te han retado de tal manera que después de haberte levantado de una y miles, te has dado cuenta que ya no eres el o la mism@; esto pasa con la tierra, es un ser que vive, respira y siente; por lo tanto, cada que le talamos un árbol porque nos “estorba” pues le duele; cada que le tiramos basura o le escupimos, lo siente; cada que le arrancamos una flor, estamos interrumpiendo con su proceso natural; para mí la naturaleza es una de las maestras más grandes que tenemos porque sus estaciones nos enseñan el proceso original de la vida; la primavera nos enseña a florecer, a cambiar, a trascender; el verano nos ayuda a reconciliarnos con las emociones de ira, enojo, resentimiento; el otoño nos recuerda lo amoroso que puede ser dejar ir lo que ya no suma a nuestra vida; el invierno nos permite reconectar desde la calidez con los demás; en general pienso que la madre tierra es la maestría que pocos queremos comprender y aceptar como parte de un@ mism@. 

Si en verdad estás dispuest@ a crear una mejor relación con el mundo natural; haz el propósito de conectar con la naturaleza más a menudo, camina descalz@ por el pasto de vez en cuando e intégrate a su energía y observa cómo se siente; puedes liderar un grupo con tus vecinos, amigos, conocidos o colegas de trabajo para que un día a la semana vayan a recolectar basura; vuélvete consciente de tus pensamientos porque éstos son herramientas poderosas de contaminación; lleva un recipiente contigo por si no encuentras un bote de basura cercano para que puedas tirarla después; recuerda que el planeta siempre te regala oxígeno para que vivas y existas así que creo que ya es momento de recompensarle el servicio que nos ofrece diariamente. 

He escuchado que la gran causa del cambio climático es el ser humano; sin duda, hemos sido y somos causa de destrucción masiva, pero también, somos capaces de actuar para proteger y mejorar; por lo tanto, tú eres capaz de ayudar a otros seres que no hablan tu mismo idioma pero que sienten igual que tú; así que te pido que no sólo pidas por la situación de Australia, pide por el despertar, por el mundo, por la tierra y lleva a tu mente esa intención de sanación; si no quieres o puedes donar está bien, recuerda que desafortunadamente estamos en un mundo que todo lo quiere arreglar con dinero y esto, va más allá de una inyección monetaria; con el simple hecho de diariamente te alimentes con pensamientos positivos y decretes la sanación del mundo, créeme que con eso es suficiente porque te darás cuenta del poder que tienes para hacer cambios; porque no es un país o una nación que sufre, somos todos en un mismo espacio-tiempo. 

Déjemos de voltear hacia otro lado creyendo que no pasa nada, cuando la realidad es que sí pasa; haz cambios eventuales que involucren el respeto a otros y con eso me refiero a la tierra y sus atributos, toma consciencia de lo que observas en el exterior y pregúntate ¿para qué estás experimentado esto? Crea hábitos sanos que no impliquen el consumo masivo e innecesario; por favor comprométete contigo, los tuyos, los ajenos y el planeta que es tu hogar; no necesitas demostrar lo buen@ que eres porque ser buen@ es una obligación humana y no una elección momentánea para tener reconocimiento del exterior; recuerda que la tierra no distingue nacionalidades, estados ni límites geográficos porque si algo sabe la tierra es que somos un@ con ella y su función radica en servirnos a todos por igual; por lo tanto, piensa en el futuro que te estás negando a ti y a los demás; porque si alguien confía en nosotros es ese Universo, Dios o energía para crear cambios, pero antes de que eso suceda tenemos que desapegarnos de esta hipnosis colectiva y destructiva con la que seguimos creando las situaciones de la vida.

Somos uno, Shary ChavLó