Los duelos provienen de la palabra duele, vivir un duelo es de los procesos más fuertes que como seres humanos nos toca experimentar, nos lleva días, meses, años e incluso se vuelven interminables porque inconscientemente nunca se viven.

Esta semana te hablé de las pérdidas y lo que representaba dejarlas ir, uno de los pasos para comenzar con la liberación es aceptar que nada nos pertenece, hay que entender que cada pérdida nos sacudirá, nos impactará, pero sobre todo, nos dolerá porque generamos un vínculo inconsciente a todo aquello que sentimos nuestro.

Hace tiempo te hablé del dolor, comenté que esta vida sin dolor no se le llamaría vida, el dolor nos lleva a importantes niveles de empatía hacia los otros, por lo mismo, el dolor fue creado para recordar que sólo el amor es el lenguaje universal capaz de solucionar cualquier daño ocasionado. Muchas veces lo primero que hacemos al vivir una situación que nos duele es negarla porque entramos en estados de shock que nos llevan a sentirnos incrédulos de la situación que estamos atravesando.

¿Por qué entramos en estados de shock? Porque impactan directo en nuestro estado emocional, un lugar que desconocemos completamente, porque los seres humanos estamos diseñados para procesar todo con la mente incluso las emociones, mismas que están diseñadas para ser sentidas y no para ser pensadas.

Cuando entramos en estados de shock emocional corremos el riesgo de tener duelos bloqueados, porque constantemente buscamos la supervivencia, por lo tanto, nuestra prioridad será protegernos ante las situaciones que sentimos nos están haciendo más daño, y dejamos de lado el sentir, liberar y accionarnos y creemos de manera consciente que todo está olvidado pero inconscientemente todo se queda guardado.

Como siempre he dicho, cada ser humano tiene procesos diferentes de aceptación y no todos experimentamos los duelos de la misma forma, porque recuerda, no se trata de la pérdida sino del dolor que la acompaña; a nuestra psique no le importa el valor de la pérdida sólo comprende desde la lógica que hay algo que le hace falta, y sólo la emoción entiende que el impacto de lo que se fue era de vital importancia para nuestro ser.

No es el cambio el que produce dolor,
es la resistencia a él.

Buda.

Yo creo que los duelos son esenciales en la vida del ser humano, porque sin ellos no seríamos capaces de trascender las experiencias que son claves para nuestra evolución, recuerda que sentir no nos hace vulnerables ni mucho menos débiles, simple y sencillamente nos hace humanos.

Hace tiempo llegó a mi consultorio una paciente con problemas en la piel y una profunda depresión; a los 17 años murió su padre y no pudo vivir su muerte porque ella debía ser fuerte para su madre, a los 34 años desarrolló una dermatitis (los problemas en la piel representan un conflicto de separación); ella y su pareja se estaban separando y eso la llevaba a profundos episodios de depresión y estrés, y de alguna manera ella revivía el duelo no hecho con su padre a través de su pareja.

¿Recuerdas cuando te hablé de las enfermedades? Te comenté que todas las enfermedades son el síntoma de una causa no mirada, y una de las causas puede ser un duelo que nos impedimos sentir por miedo al dolor, lo paradójico es, que nos da miedo sentir ese dolor pero inconscientemente lo nutrimos día a día y de esa forma se convierte en un sufrimiento que nos ata de por vida.

A veces nuestro sistema deja pendientes los duelos que decidimos bloquear, pero con el paso del tiempo nos enfrentaremos a diferentes situaciones que nos obligarán a entender el conflicto, muchas veces nos impedimos vivir el duelo porque tenemos la extraña creencia de no saber perder o convertirnos en los malos perdedores, hay que comprender, que la vida no se trata de una pérdida sino de aprender a vivir sin apego a nada.

Por favor permítete sentir esas situaciones que lo único que te han enseñado es que la vida sigue, así que deja de clavarle tu pasado al hoy, no sientas miedo de sentir ese dolor que crees que te ata, sólo has el intento de conectarte con el amor porque él sabe que no existe la pérdida ni la separación, date permiso de vivir tus emociones porque recuerda que el dolor no se cura sino se siente, elige liberarte y deja ir lo que ya tiene que irse, sólo dedícate a guardar las experiencias porque gracias a ellas, hoy te estás convirtiendo en alguien más consciente.

Te acompaño,
Shary ChavLó