Uno de mis mayores temores de niña era no aprobar un año escolar, siempre que iniciaba un ciclo en el colegio, me sentía angustia sólo de pensar que no podría acreditarlo, porque me parecía terrible visualizarme estancada en un mismo año mientras que mi generación crecía y yo me quedaba atrás; me acuerdo que en época de exámenes había momentos en los que me sentía segura de que aprobaría la materia y otros en los que sabía que el resultado no iba a ser favorable; esa sensación de certeza era algo que iba más allá de mi razón. 

Siempre he creído que todo lo que aprendimos positivo y negativo en nuestra niñez será lo que nos condicione en nuestra vida adulta; por eso creo que la enseñanza de separarnos de un@ mism@ para ir en búsqueda de una verdad que no existe, es lo que más nos esclaviza y me atrevo a decir, que ha sido el aprendizaje más difícil de quitarnos porque esa educación nos ha sometido a comparaciones, sacrificio, lucha, apego, violencia y con tal de no dejar lo que más daño no hace, silenciamos nuestra voz interna porque nos da miedo aceptar que el amor propio es la mejor opción de la que siempre dispondremos.

¿Qué es la intuición? Para existir y venir a la tierra necesitamos un cuerpo que representará la materialización de la vida, dentro de ese cuerpo hay un alma y lo que une a ambos es el espíritu al que le llamamos Dios, universo, energía, unidad, existencia y para que esa triada esté comunicada, utilizamos algo llamado intuición; la cual, no necesita de la intervención de la razón porque comprende que las cosas son, y gracias a ella, encontramos esa guía para tomar decisiones asertivas y amorosas en nuestra vida.

“La intuición es el susurro del alma.”

Jiddu Krishnamurti.

Estamos acostumbrados a buscar respuestas sobre todo aquello que no entra dentro de nuestra lógica, nos obsesionamos con el por qué sin antes comprender el para qué; esto lo hacemos porque nos sentimos separad@s de las respuestas que sólo habitan en un@ mism@; esa separación proviene de nuestra mente dual que nos hace creer que afuera se encuentra todo aquello que nos hará felices.

Todos tenemos intuición porque ningun@ de nosotr@s estamos separad@s de ese Dios, Universo o energía; sólo que hemos decidido renunciar a ese contacto intuitivo para ir en búsqueda de la existencia externa; y a medida que vamos silenciando esa voz interna, se vuelve más difícil tomar decisiones con consciencia, por eso dudamos si debemos dejar relaciones o situaciones que ya no nos benefician, porque cuando la razón quiere convencernos de que no podemos soltar, nos quedamos en la misma experiencia, hasta que decidimos poner atención a las respuestas que vienen de la aceptación, desapego y amor propio, sabiendo que la intuición es el recordatorio de que somos un@ con el todo.

Quizá estás en una relación que no es sana y algo en ti te dice que no terminará bien, te habla de que el otro o la otra nunca cambiará por ti porque en el fondo sabes que quien tiene que cambiar eres tú y tu intuición te dice que ese cambio implicará dejar ir la ilusión para reconciliarte con la mentira que creaste en torno a esa unión pero prefieres silenciarla y continuar con alguien que te quita todo y no te deja nada; posiblemente te encuentras en una situación laboral complicada porque estás en un lugar en el que ya no soportas ni los pros ni los contras porque ambos te parecen igual de desmotivantes pero tu intuición te dice que hay algo mejor para ti, te invita a preguntarte qué es lo que quieres pero antes de llegar a la respuestas, prefieres callarla y seguir tus creencias que hablan de que para obtener, hay que sacrificarse o en otro caso, quizá no encuentras trabajo; por un lado, crees que no tienes suerte laboral aunado a la situación actual que estamos viviendo que se asume nada alentadora pero tu intuición te dice contantemente que todo estará bien, que no temas, que no sufras que hay un plan mejor para ti pero prefieres no escuchar porque crees que la desesperación ante la crisis es la respuesta que te sostiene y te da la razón. 

La intuición siempre será amorosa, auspiciosa e integradora porque su función es buscar el camino más benéfico y en donde radica la plena consciencia; la intuición no está basada en el juicio, esto quiere decir que no ve lo malo o bueno de la situación, tampoco observa si los demás son amigos o enemigos, simplemente cuando una experiencia no es agradable, nos ayuda a poner límites sanos para no dañarnos a nosotr@s mism@s y nos asiste a dejar de culpar el daño causado. 

Todos somos seres intuitivos porque cuando decidimos venir a la tierra sabíamos que teníamos una misión importante y el reto, consistía en que al pisar la existencia material teníamos que descubrir el propósito de estar aquí y la pista más fácil para llegar a él sería utilizando nuestra conexión con nuestro espíritu; quiero que sepas que entiendo el miedo que existe en tu mente para dejar ir, para moverte, para perdonar, para cambiar, pero si te das un momento para compartir contigo mism@, encontrarás aquello que tanto has buscado, le darás respuesta a tus dudas, calma a tus miedos, felicidad a tus tristezas y consuelo a tu dolor porque puedo asegurarte que cuando te dispongas a escuchar claramente a la intuición, ella te despertará de las mentiras que te has hecho creer y que corresponden a los miedos de un sistema que piensa que la solución está afuera de ti; para que así, dediques tu vida a buscar todo aquello que está alejado de la verdad.

Confía en ti, Shary ChavLó