A veces parece que nos gusta el maltrato y depositamos nuestro amor propio en las manos de otros, eso hace que nos volvamos permisivos ante las situaciones y comencemos a dar todo de nosotros con el beneficio de sentirnos correspondidos y amados.
La herida de humillación surge cuando se desarrollan las funciones del cuerpo físico, es decir, cuando aprendes a adaptarte al mundo solo; sin embargo, esta herida se detona cuando uno de los padres hace sentir al niño sucio, quizá porque comió y se ensució o porque está mal vestido y hace sentir al niño avergonzado.
La persona que vive con esta herida necesita sentirse responsable de los demás y por lo mismo generará en su cuerpo características anchas porque su sistema entenderá que necesita ser grande para cargar al mundo, y si siente que la tarea de ser protector no se está cumpliendo correctamente, entonces tenderá a sentirse culpable y así, buscará cargar la culpa de los demás.
Una vez una paciente me dijo en terapia que siempre se sentía por debajo de sus hermanos, aún siendo la mayor de ellos me decía que creía que los demás pasaban por encima de ella, esto fue suficiente para detectar que esta mujer se percibía por debajo de los otros porque se creía con la misión de cargar y ser la responsable de todos, por lo tanto, su herida de humillación era profunda.
Lo que sucede con las personas que tienen esta herida es que intentan satisfacer a los demás antes de satisfacerse a ellos mismos, incluso, harán todo lo posible por sentirse humillados porque la máscara que los define es el masoquismo como un método de reconocimiento.
Los demás nunca pueden hacernos sentir culpables
ya que la culpabilidad sólo puede proceder
de nuestro interior.
Lise Bourbeau.
Todos buscamos sentirnos pertenecientes y amados por nuestro entorno, y eso nos hace sentir que debemos de hacer todo lo posible por agradar a otros sin importar lo que arriesguemos; siempre y cuando los demás estén contentos.
Como siempre he dicho, todos llevamos heridas y cargamos con ellas, pero ¿sabes? No se trata de dejarlas abiertas y ver como dominan nuestra vida, sino de observarlas y transformarlas desde la aceptación porque gracias a ellas hoy nos hemos convertido en quienes somos, y hemos podido enfrentar al mundo de alguna manera, sin caer en la etiqueta juiciosa de si está bien o mal, simplemente comprende que como buenos seres reptilianos que somos, hemos sabido defendernos, porque hemos aprendido a sobrevivir creyendo que así llegaremos a nuestro más alto bien, pero en realidad, todo es cuestión de saber vivir.
Si tú has detectado esta herida en ti por favor no te juzgues, recuerda que es parte de ti y que sólo está ahí para acompañarte y que de manera inconsciente tu la elegiste para trascenderla y no para que te estanque.
Por favor hoy quiero que te mires, te reconozcas y te valores, y que cada día a partir de hoy, tu propia voz te susurre: “Soy el ser más hermoso y maravilloso, los demás me respetan, me valoran y me honran porque sé como darme mi lugar y los demás también, me reconozco como parte de la vida y doy gracias a mi existencia porque soy parte de este mundo y tengo el derecho divino de experimentar una vida plena, amorosa y dichosa todos los días de mi vida, hoy me abrazo y me sonrió porque es mi sonrisa la que es capaz de transformar el mundo.”
Te honro y valoro,
Shary ChavLó ∞
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