Todos en algún momento de nuestra vida, ambicionamos un gran futuro, queremos una pareja estable con quien podamos formar una familia, tener una casa a la que llamemos hogar, un trabajo que nos guste y estar con las amistades con quienes nos hemos prometido un para siempre

¿Qué es el destino? Es el efecto inseparable de una causa que fue previamente creada para vivir aquello que nos servirá para alcanzar nuestro verdadero propósito de vida; puede ser que muchas veces ese destino no sea el esperado; sin embargo, cada destino es maleable siempre y cuando estemos conscientes de lo que plantamos en nuestros pensamientos para que con el tiempo se vea manifiestado en nuestra realidad. 

Sólo la consciencia es la que nos permite actuar, pensar y sentir con congruencia; y ésta vivirá condicionada o de forma libre de acuerdo al lugar al que llevemos nuestra mente. 

“Comprender lo que eres es mucho más importante, que perseguir aquello que crees que deberías ser.”

Jiddu Krishnamurti

Cuando nuestros padres tomaron la decisión de materializarnos y a su vez, nosotros de venir de ellos, en ese momento se formó parte de nuestra lealtad porque para el colectivo familiar y social, provenimos del llamado pecado original; esto que significa que además de nacer con culpa, dentro de nuestra información ya estaban las deudas emocionales que había que saldar, esas disfuncionalidades se traducirán en algo que nombraremos destino.

Ten presente que tu camino de vida estará condicionado por los códigos que tengas con tu árbol genealógico, los cuales se descodificarán a lo largo de tu existencia en forma de patrones y repeticiones porque tu clan necesita reparar lo que no está resuelto a través de su genealogía. Si no has hecho consciencia de esas lealtades, tu destino estará sentenciado a través de contratos que hiciste por amor a tus ancestros aunque eso implique sacrificar tus propios sueños.

¿Cómo sucede esto? Cuando trascendemos a la dimensión del espíritu, lo que queda entre el mundo físico y espiritual es la consciencia; por lo tanto, nunca muere; ese campo consciente es el que queda activo entre tu familia y tú; por ejemplo: si estudiaste una carrera que no tiene nada que ver con tu trabajo actual es porque a través de tu profesión estás reparando las heridas de tu árbol; si tienes una pareja que se parece mucho a tus progenitores es porque a través de ella buscas sanar la relación que ambos tuvieron; si padeces una enfermedad a la que llamas de herencia es porque a través de ella pones el nombre de tu familia en alto y dejas en la cima del reconocimiento a quien la generó por primera vez; si no sigues tus sueños es porque nadie de tu transgeneracional consiguió llegar a los suyos por lo tanto, tampoco conectarás con los tuyos y eso, te permitirá seguir siendo parte de la familia. 

El vínculo generacional jamás se romperá pero lo que si puede ser modificado es la forma en la que te relacionas con sus miembros; no repetir su historia no significa que no los valores, significa que estás tomando un camino mucho más positivo que requiere de tu intención para hacer de tu viaje algo placentero que implica soltar el sacrificio y el alto costo que demanda la vida. 

En la vida te encontrarás con muchas misiones y lo harás porque todas ellas te ayudarán a formar lo que estás destinad@ a convertirte, dentro de esas misiones estará la clave que une a todas que es el desapego de las situaciones y de las personas que creías parte de tu destino y ese reto, implicará reconocerlas como piezas de tu historia pero no de tu vida y sólo el tiempo te permitirá comprender por qué fue así; para acceder a la respuesta lo único que te queda es caminar hacia ella porque aunque las lecciones se vuelvan desafiantes tienen el propósito de sacar la mejor versión de ti y de esa manera, logres conectar con esa fortaleza interior para encontrar la solución detrás de ese caos que sientes, pero si no lo haces por esperar a que todo cambie por ti, te perderás lo que tu verdadero destino tiene planeado, recuerda que la magia de tu propósito es que siempre será personal.    

Si quieres modificar ese destino al que tanto le temes, tienes que aprender a lidiar con las consecuencias que trae consigo porque si no te está gustando lo que la realidad te muestra, difícilmente sabrás lidiar con lo que el mañana tenga para ti; date la oportunidad de crear un destino auténtico, observa lo que hay en tu vida y pregúntate si de la forma en la que te sientes hoy ¿podrías vivir así 50 años más? 

Si la respuesta es no, entonces ¿qué estás haciendo para cambiarlo? Toma en cuenta que no hacer consciencia de esto te llevará a ti mism@ al futuro que más te resistes a vivir. 

Tus ancestros tuvieron una vida por elección, no por obligación eso significó que por libre albedrío decidieron continuar con un sistema de injusticia, el cual ya no necesitas materializar una vez más; deja de compararte porque la comparación te separa de tu objetivo propio; los demás tienen el mismo potencial que y también están aquí para encontrarse a sí mismos. Cuando en verdad estés completamente dispuest@ a conectar con tu camino sabrás cómo llegar a la profundidad de tu ser porque sólo tu ser sabe cuál es tu propósito de vida; porque dentro de ti mism@ vive ese Universo, Dios o energía que te creó y necesita que le permitas crear lo que tiene considerado para tu destino y solamente puede hacerlo a través de ti; recuerda que lo único que verdaderamente está escrito es la evolución de tu alma y sólo con consciencia  sabrás cómo llegar a ella de forma sana. 

Tú creas magia, Shary ChavLó