Hace un par de semanas estaba en el supermercado y en las cajas de pago estaba un hombre de tercera edad a quien habían detenido por robo; se llevaba 6 latas de atún dentro de su pantalón y argumentaba con el gerente que lo había hecho porque tenía hambre; me tomé el atrevimiento de intervenir y le pedí al gerente sí podía pagar 3 latas para que el señor pudiera irse a lo que él accedió; al salir del súper comencé a llorar porque me parece preocupante que un ser humano no pueda contar con un derecho tan básico como comer y me puso a pensar hasta dónde podemos llegar cuando ocupamos nuestra mente para pensar en carencia y dejamos que el instinto nos impulse a adquirir sin amor. 

Me parece preocupante que una persona no tenga un derecho natural como respirar, y deba morir en manos de alguien que cree que no todos tienen el mismo derecho de vivir sólo por que los ve “diferentes”, esto me ha puesto a pensar que nuestra mente ha sido vaciada con creencias y condicionamientos racistas que hemos elegido creer para sentirnos separad@s de la igualdad al grado de que el instinto se accione para asesinar porque piensa en su ilusión que “el blanco” es superior “al negro.” 

Me parece preocupante que una persona que tiene el derecho divino de existir no pueda hacerlo simplemente por ser mujer; pero es más preocupante aún observar que un hombre nacido de otra fémina no pueda respetar el derecho que una mujer tiene de existir, porque ha ocupado su mente con odio creyendo que las mujeres carecen de importancia.

¿Qué son las pre-ocupaciones? Son idealizaciones que nos quitan de nuestra zona de seguridad y nos arrebatan de nuestro poder personal, porque nos hacen ocuparnos del antes para materializarlo en el después, y nos hacen creer que nuestra vida debe estar llena de angustia porque preparar el futuro desde un lugar de desconfianza, significa esclavizarnos a una vida carente de consciencia y libertad.  

La preocupación es un estado que nos fue impuesto desde que estábamos en el vientre de nuestra madre porque su ambiente emocional estuvo lleno de altibajos en los que la pre-ocupación era uno de sus detonantes más desafiantes porque en el fondo de su ser; su mente se ocupaba del parto y quería que todo estuviera bien, se pre-ocupaba de la presencia del padre para formar una familia estable, se pre-ocupaba de los kilos de más que le iban a dejar el embarazo porque si quedaba con sobrepeso corría el riesgo de ya no gustarle a su marido; se ocupaba de que el bebé viniera bien porque de no ser así, se sentiría la peor madre del mundo por no atender la gestación con control.  

“La preocupación no quita los problemas del mañana, quita la paz de hoy.”

Zig Ziglar.

“Preocúpate menos, ocúpate más” la pregunta es: ¿desde qué lugar te ocupas? Cuando decidimos vaciar toda nuestra energía en pensamientos que nos alejan de la realidad para inducirnos a la ilusión; es cuando nos ocupamos de la inexistencia y nos olvidamos de la existencia; la preocupación siempre estará relacionada a los sucesos que no han pasado y condicionan nuestro futuro para experimentarlo sin paz, armonía, ni felicidad. 

Si eres de las personas que ocupa su mente en sólo pensar en la soledad y se ve sol@ por siempre, mejor pre-ocupa a tu mente para que ponga toda su energía en que te ames a ti mism@ sin que creas que alguien te hace falta para hacerlo; si eres de las personas que se pre-ocupa por perder su trabajo, mejor ocupa tu mente para pensar en manifestar abundancia porque ese es tu derecho natural y sólo tus creencias pueden quitarte lo que te corresponde; si eres de las personas que se pre-ocupa del futuro, mejor ocupa a tu mente para conectar con el presente porque éste siempre será tu causa manifestadora. 

Hoy ocupo mi mente en pensar en los acontecimientos recientes y he decidido hacer una pequeña pausa para aceptar que colectivamente hemos desperdiciado el tiempo en pre-ocupar nuestra mente para creer que hay diferencias entre nosotr@s porque desde pequeños nos hicieron tragarnos el cuento del nacionalismo empezando por nuestro color de piel para identificarnos; seguimos ocupando nuestra maravillosa mente en creer que somos pobres porque no tenemos lo que otros tienen; continuamos pre-ocupando a la mente para que nos cuente las historias de apego, inseguridad, dependencia y esclavitud para que nunca seamos libres; por lo tanto, creo que es momento de recapacitar y ocupar nuestra mente para que piense con amor y deje de crear desde el odio, racismo y separación, porque esos métodos no nos están funcionando, sino que nos están matando. 

Fuimos premiados con una mente, un cuerpo y un espíritu; esto significa que no somos una vida, somos la vida manifestándose continuamente; por lo tanto, aprovecha tus atributos al máximo sin adherir culpas, tristezas, angustias, sacrificio y preocupaciones porque pre-ocupar a tu mente para creer que todo estará mal es condicionarla a la esclavitud y eso será manifestar aprendizajes anclados al sufrimiento; preparar a tu mente para adaptarse a lo que tú crees que son problemas hará que te justifiques a través del control disfrazado de preocupación; recuerda que pre-ocupar a tu mente sobre situaciones que no han sucedido es renunciar a tu empoderamiento para buscarlo en lugares en donde sólo radica el miedo. 

Ocúpate de amarte, Shary ChavLó