Mi madre nació en una familia de diez personas, seis hermanas, dos hermanos y por supuesto sus padres; según me ha platicado, convivir con seis mujeres casi de la misma edad fue un gran reto para ella; por un lado, su madre muy atenta a los tareas del hogar y por otro, su padre ausente a causa del alcoholismo.

Por supuesto mi madre creció, se casó y nos tuvo a mi hermana y a mi, sin embargo a pesar de que nos ama, a ella le hubiera encantado tener un hijo varón, ¿tú a qué crees que se deba?

Recuerda que los seres humanos siempre iremos en búsqueda de aquello que creemos nos hizo falta y a nivel inconsciente resonamos con esas experiencias de ausencia para sentir equilibrio; todo aquello que aprendimos de mamá y papá es la memoria que vivirá activa en nosotros para crear nuestra forma de vida.

De pequeña difícilmente conviví con mi madre porque estaba dedicada a trabajar, mi hermana y yo nos quedábamos con nuestra nana, se llamaba Francisca y le decíamos Francis; la recuerdo igual de trabajadora y siempre atenta a nuestras necesidades; sin embargo crecer sin mi madre y en compañía de una madre simbólica, me hizo creer que las mujeres sólo teníamos dos opciones: trabajar o cuidar a los hijos.

Dentro de nuestro inseparable colectivo femenino radica la necesidad de encontrar al hombre ideal con quien formar una familia, en esa búsqueda vamos de la mano con todos esos patrones familiares y sociales que nos han impuesto por ser mujeres; esos patrones son las creencias que nos han hecho pensar que nuestra presencia es incompleta y necesitamos a alguien que nos complete.

“Debemos de decir a las niñas
que sus voces son importantes.»

Malala Yousafzai

La Organización de las Naciones Unidas confirmó que en el 2017, 87 mil mujeres fueron asesinadas alrededor del mundo, asegurando que el lugar más peligroso para una mujer es su propio hogar.

Las mujeres tenemos la costumbre de ser permisivas porque desde la generación de nuestras abuelas, ellas se criaron con una consciencia machista; la cual las llevó a soportar muchos abusos, de los cuales nuestras madres fueron testigos y repitieron con sus parejas, abusos que te heredaron sin saber. Ser permisivas no habla de las mujeres que permiten golpes o insultos de una pareja, sino aquellas que constantemente atraen experiencias carentes de amor y consciencia.

Ten presente que los seres humanos somos muy antiguos; nuestra alma ya contiene una información vieja, esto significa que varias veces hemos sido mujeres y en todas ellas hemos experimentado lo que es serlo.

Uno de los poderes más dominantes es la iglesia, desde que se originó la religión las sociedades comenzaron a dividirse de acuerdo a la inclinación de sus creencias divinas; sin embargo, el sistema religioso ha condicionado la división de géneros y hasta hoy, nos ha hecho pensar que el Dios de la historia se contiene dentro de una energía puramente masculina, dejando a la mujer como una simple extensión que proviene de la costilla de un varón.

En esas creencias religiosas se planteó que Dios puso en el Jardín del Edén a Adán y Eva; dentro de la historia se dice que Eva fue quien tomó el fruto prohibido del árbol del conocimiento del bien y el mal y gracias a ella, se cometió el denominado “pecado original”. Si desde la creación nos han hecho creer que somos el género culpable, imagina la carga informativa que hemos tenido desde hace generaciones y que nos ha hecho atraer experiencias que nos impiden empoderarnos de forma real y amorosa, por eso, sigue la creencia de que las mujeres no podemos adquirir grandes mandos o puestos sin antes haber estado en la cama de un hombre para llegar hasta ahí.

Hace tiempo yo me sentía muy condicionada a nivel físico, pensaba que tenía que tener una cara linda para ser gustada, tenía que súper arreglarme para ser aceptada y tenía que ser de cierta manera para estar a la “moda”; por eso creo que amarnos tal cual somos es un acto heroico porque implica romper con esos condicionamientos de ser perfectas; quiero decirte que he trabajado y sigo trabajando en mi para perdonarme por no encajar dentro de los requisitos que me demanda un sistema que nos queda muy pequeño en comparación con nuestro enorme potencial; razón por la cual, he tomado la siguiente decisión y actitud: “no me interesa cómo me vea para los demás ni qué piensen de mi, hoy he decidido sentirme bien conmigo misma y amarme incondicionalmente porque nadie lo podrá hacer mejor como yo, así que elijo sentirme libre”.

Uno de los mayores errores que cometemos las mujeres, es compararnos con otras, eso representa desear un lugar que no nos pertenece y abandonamos el espacio más importante que es donde estamos nosotras, ese lugar nadie puede llenarlo tan satisfactoriamente como tú, entonces ¿por qué te dejas?

Quiero recordarte que nuestro regalo más importante es crear, esto significa que tenemos que empezar por tomar responsabilidad de nuestras creaciones; mismas que están sustentadas en las creencias de que somos menos valiosas, esa creencia inconsciente nos ha hecho crear violencia, agresión, odio, venganza, envidia etc.,  creyendo que eso es lo que merecemos experimentar; y si seguimos quedándonos en el papel de la víctima seguiremos atrayendo al agresor que complete la historia de lo que suponemos es verdad.

Nunca olvides que eres una gran mujer, así que si estás pasando por una experiencia de abuso, por favor habla, porque esa permisión nos ha llevado a elegir tragedias irreparables; créeme que ningún trabajo, familia, relación o pareja tiene el derecho de humillarte ni hacerte sentir menos por cómo te ves, cómo piensas, cómo te vistes o por cuánto pesas, porque tu silencio es aceptar los condicionamientos que crearon esas generaciones que tampoco hablaron; sé consciente que eres merecedora de amor y a medida que tú conectes con ello, todo en tu vida se transformará para más y mejor.

El universo nos creó para estar aquí, eso significa que  para crearnos tuvo que utilizar su esencia femenina, así que regálate ese gran valor y camina con esa hermosa energía de la mano; de ahora en adelante saca de tu mente que tienes que arreglarte para alguien o ser otra para agradar; una mujer segura de sí misma sabe lo que debe de tener a su lado porque es consciente del entorno que merece y cree fielmente que el amor que vive en sí misma es tan valioso que por eso atrae relaciones donde se siente inmensamente amada.

Eres increíble, Shary ChavLó ∞