Antes de empezar a escribir, días antes pienso qué quiero decir, qué forma le quiero dar a mis palabras y por mi mente pasan las frases que quiero plasmar en ti; sin embargo, esta vez no tengo mensajes planeados o tan elaborados para describir uno de los síntomas más graves que podemos experimentar como seres humanos, la llamada depresión.
Según cifras de la Organización Mundial de la Salud, la depresión es un trastorno mental frecuente que afecta aproximadamente a más de 300 millones de personas en el mundo; la depresión impacta directo en nuestros estados emocionales y puede convertirse en un conflicto serio; al grado de que puede llevar a las personas a cometer suicidio.
Desde mi perspectiva la depresión se enraiza en la necesidad de cambiar el presente con una profunda resistencia al futuro y dependencia a un pasado que se mira a través de la culpa; sin duda, la depresión tiene muchas causas, médicamente se dice que las personas deprimidas muestran altos niveles de cortisol y de varios agentes químicos que actúan en el cerebro, como los neurotransmisores, serotonina, dopamina y noradrenalina; desde luego, mi opinión siempre estará sustentada desde un aspecto espiritual creyendo que esta opinión es igual de valiosa que cualquier otra.
Creo que al nacer, lo hacemos con un propósito enfocado al amor; es decir, no nacimos en un estado de depresión, por ende, ¿en qué momento se detona en nosotr@s un estado tan grave y agresivo? Es claro que al momento de crecer, nuestro cerebro comenzó a llenarse de juicios, programaciones y condicionamientos que estaban relacionados a una de las herramientas más destructivas que es la comparación; empezó bastante simple, nos comparaban con nuestr@s herman@s, vecin@s, amig@s o compañer@s y esa idea, construyó en nuestra mente que ser como el otro o la otra en lugar de ser un@ mism@, era mejor.
Esa creencia de comparación nos hace suponer lo siguiente: “no soy lo suficientemente buen@ como el o la otr@; por consecuencia, debo convertirme en él o ella»; sin embargo, cuando no llegamos a satisfacer esa creencia basada en la escasez, es cuando caemos en estados emocionales que nos desmotivan y deprimen, debido a que la mente nos da interpretaciones de la realidad con base en lo que cree que vive, porque en su percepción, cree que está separada del amor, la verdad y la felicidad.
Es claro que un niñ@ o niñ@ que crece observando un entorno violento en casa, se desarrollará con altos niveles de ansiedad y depresión, de la misma manera que aquell@s niñ@s que crecen con un alto nivel de exigencia por parte de sus progenitores; en su vida adulta estarán atrapad@s en la idea del perfeccionismo y en esa idea de que nunca será suficiente, la depresión será un escudo para esa insatisfacción. Sucede que l@s niñ@s que crecieron en un ambiente olvidado caerán constantemente en una herida de abandono que los condicionará a la depresión porque les ganará el desamor más allá del amor que ell@s mism@s puedan tenerse; existen familias que tuvieron múltiples hij@s, los mayores fungían como los padres, los siguientes como los hijos de los hermanos y los últimos, no tenían lugar en la familia porque no sabían a quién seguir; quienes fungieron como los padres, quizá les fue más fácil dirigir su depresión hacia algún tipo de adicción para conectar con la libertad que les quitaron; l@s hij@s-herman@s posiblemente encaminaron su depresión hacia la dependencia, en donde creen que nos son lo suficientemente buen@s para experimentar la vida sol@s; y aquell@s hij@s olvidados, su depresión la llevaron hacia cometer algún acto contra sí mism@s porque nunca logran identificarse con algo o alguien.
Uno de los casos particulares de la depresión, es la depresión post parto; según la explicación médica, puede ser debido al estrés y desajuste hormonal producido durante el embarazo y el posterior parto, en donde las hormonas femeninas circulan abundantemente durante el embarazo y caen bruscamente después; imagina que las mujeres traemos un chip generacional bastante pesado en donde nuestra función principal es ser madres, nos han hecho creer que nacimos para ello y cuando sucede ese sueño o esa imposición, todas aquellas expectativas de cómo debe de ser convertirse en madre se caen y el proceso se torna agridulce; se cae la idea de las madres perfectas, dedicadas para ver en su hij@ la plenitud del sueño cumplido; sin embargo, es cuando aquellas mujeres comprenden y asumen que no es una tarea sencilla decidir abandonarte para dar tu vida por alguien a quien apenas conoces.
“Ante cualquier depresión, el amor es y será la única respuesta”.
Shary ChavLó.
Recuerda que nos sentimos disociados de la experiencia humana-emocional, porque estamos más pendientes de lo que sucede en el exterior y nos olvidamos de la consciencia de estar en un@ mism@, nos da miedo observar nuestros miedos y hacerles frente; nos da miedo mirarnos y aceptarnos porque nos sentimos insuficientes; nos da miedo aceptar que sol@s estamos bien; nos da miedo ser débiles cuando sólo nos enseñaron a ser fuertes; nos da el mismo miedo vivir que morir; nos da miedo no ser como l@s demás; nos da miedo reconocer que el Universo vive en un@ mism@ porque eso representa hacernos cargo de nuestra grandeza para crear experiencias con riqueza; nos da miedo agradecer lo que hay porque necesitamos aquello que no tenemos y creemos nos hace falta; nos da miedo ser nosotr@s mism@s y experimentar la vida tal cual es; nos da miedo ser libres porque eso representa decir adiós a los demás y a las experiencias malsanas y cuando nos atrapamos en esos pensamientos basados en el miedo, caemos en estados de profunda depresión porque dejamos de verle a la vida un motivo que nos mueva, para que nos dé motivos que nos detenga, porque la depresión es y será un estado profundo de abandono.
Si tú has identificado que tienes un trastorno de depresión severo, además de buscar ayuda que pueda guiarte a reencontrarte con tu interior, es importante que identifiques en qué lugares crees que la depresión es tu acompañante, puede ser en la ausencia de pareja, peleas familiares, falta de trabajo, soledad, economía, etc. Porque a medida que identifiques qué es lo que te deprime de esa manera estarás reconociendo que hay un síntoma que no has hecho consciente y sólo necesitas de tu disposición para sanarte y estar bien porque tú no eres diferente a nadie; eres tan especial como cualquier otr@ ser que existe en la tierra y si decidiste venir a experimentarla, es para encender tu luz y ayudar a otros a expandir la suya.
Estoy contigo, Shary ChavLó ∞
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