Estoy pasando por un momento en el que siento que debo tomar una serie de decisiones que cambiarán el rumbo de mi vida; quizá a ti te ha pasado que no sabes qué hacer o qué camino elegir; normalmente los seres humanos queremos que nuestro proceso sea sencillo o sin ninguna complicación, y ¿te digo algo? normalmente así es, pero lo que se opone es nuestra resistencia a aceptar que las cosas no siempre son de la forma en la que nosotros esperamos que sean.

La resistencia está ligada a nuestro control, que vive sometido a la no-aceptación de los procesos que experimentamos; entre más resistencia haya, mayor será el bloqueo al que nos enfrentaremos para llegar a la solución.

¿Por qué nos resistimos? Nos resistimos porque desde que somos pequeños nos han hecho seguir un sistema que nos limitó libertad; desde los 6 años comenzó nuestra  preparación para el mundo adulto; nos levantamos temprano para llegar a un salón como arquetipo de una próxima oficina sin salir de él hasta la hora del descanso; nos preparaban para los episodios de estrés que nos generarían las tareas y exámenes; y así, liberarnos de otro año para sumarlo a nuestro crecimiento, ¿crees que exista alguna diferencia con el mundo adulto?

Posiblemente seas de los que piensa que hay diferencia, porque de niños no ganábamos un sueldo que nos diera libertad, sin depender de nuestros padres; creo que esa justificación es parte de la mentira que nos contamos por la resistencia de no aceptar que seguimos condicionados por el mismo sistema; quizá ya no dependes de tus padres pero sí dependes de la persona a quien has elegido para tejerle sus sueños. Entonces ¿dónde quedó tu libertad?  

¿Qué pasaría si yo te dijera que todo ese sistema debe de ser transformado? Quizá gran parte de la sociedad se resistiría porque creerían que es imposible cambiar un sistema que nos ha ”funcionado” por miles de generaciones; eso nos llevaría  a una resistencia colectiva que nos hará quedarnos en el mismo lugar en vez de generar un cambio trascendental.

No es el cambio que produce dolor;
sino la resistencia a él.

Buda.

Por una parte, intento comprender que vivimos en esa resistencia porque seguimos siendo orientados por olas de ansiedad que nos están impidiendo conectar con la abundancia del tiempo; no tenemos tiempo porque para el sistema que nos controla es más importante anticiparte para las fiestas navideñas en lugar de conectarte con el presente y ayudarte a comprender que tu tiempo es más valioso que aquel que aún no existe; seguimos orientados por olas de terror que nos hacen creer que todo lo malo sólo existe afuera y eso nos hace actuar con defensiva, porque a ese sistema no le preocupa que tengas espacio para integrar a otros, porque entre más alejado estés de ti, más alejado estarás de conectarte con todo lo que te hace bien; ese es el resultado de nuestra propia resistencia y negación absoluta a todo.

Cuando atravesamos una situación en nuestra vida lo primero que se activa en nosotros es nuestra resistencia que nos ayuda a controlar, para actuar desde la fuerza y no desde la rendición.

La rendición no tiene que ver con el fracaso sino con nuestra consciencia más elevada, aquella que nos ayuda a soltar las riendas de todo aquello que nos genera dolor y por ende, nos quita paz. Esa rendición habla de tu capacidad para amarte a ti mism@  porque entre más te ames ya no tendrás esa necesidad de agradarle a otros, ni tampoco tendrás esa necesidad de tener la razón sobre todo porque ya estarás en el lugar en donde te das permiso de aceptar al otro porque has logrado aceptarte tú.

Nuestra resistencia es más notoria en las relaciones de pareja, porque siempre queremos cambiar al otro para que sea como nosotr@s queremos porque en esa necesidad de tener la razón nos posicionamos creyendo que sólo “yo estoy en lo correcto y el otro está mal” eso nos hace rechazar las diferencias de la otra persona; por lo tanto, si hay rechazo, no existirá solución porque buscan resolver desde una resistencia mutua.

Como te comenté, ahora estoy reflexionando sobre las decisiones que debo tomar y permitirme hacerlas en consciencia; acuérdate que todo el tiempo estamos creando y es importante hacerlo despiertos; en esa elección, me estoy dando permiso de escucharme a mi y no a mi mente quien se resiste a cambiar de creencias e insiste en tomar el control sobre la situación; recuerda que todos esos pensamientos son sólo eso, así que date la oportunidad de escuchar qué es lo que tú quieres y permítete saber cómo se siente esa decisión y si existe paz cuando la tomas, entonces no te estás resistiendo, estás aceptando que eso es lo mejor para ti.

Estamos en un sistema que nos ha enseñado a controlar y el control está relacionado a la fuerza extrema; el control sólo es un sistema que más allá de darte poder te lo quita; así que acepta que las cosas tienen un orden y ten en mente que nada de lo que tienes podrás llevarte; recuerda que eres tú en este momento y sólo en ti está saber en que persona decides convertirte y si te resistes a no ver más allá de quien eres, entonces te estás condenando a través de tu propia resistencia; misma que te seguirá limitando a liberarte de todo ese condicionante sistema.

Sé libre;
Shary ChavLó

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