Cuando un bebé llora todo el mundo corre a su auxilio para comprobar que esté bien; cuando ríe, todos ríen junto a su risa; cuando tiene hambre le hace saber a su madre qué necesidad tiene, un bebé se vuelve la atención del ambiente porque no enjuicia a quienes le ven y sostienen. 

Todo cambia cuando ese/a niño/a crece y comienza a escuchar al mundo adulto que le dice no hagas, no puedes, no llores, sé fuerte; es dentro esa represión psico-emocional que el individuo se desarrolla para enfrentar al mundo que le espera y convertirse en una mano calificada, útil y esperada, en lugar de transformarse en una mente que se plantee metas para alcanzar sus sueños.

A la corta edad de 6 años, l@s niñ@s comienzan la primaria; levantarse temprano es el primer requisito para estar en tiempo y estudiar las primeras materias antes del descanso, el cual parece un alivio siempre y cuando esa niña/o sea parte del grupo popular; de lo contrario, es otro trago amargo de una inevitable sensación de rechazo. 

Nunca le encontré sentido a memorizar la historia sobre sucesos que acontecieron hace más de 100 años; creo que el propósito de seguir haciéndolo es no romper con el hábito de educar a orgullosos nacionalistas que sepan defender la línea divisoria con el nombre de un país que asimilan suyo; una nación en la que hubo y sigue habiendo asesinatos, matanzas y tragedias.

Sigo sin comprender por qué los niños tienen que aprenderse los límites de cada país, memorizar los ríos que existen y saber las capitales de toda su nación o de las naciones que conforman el mundo; lugares cuya fauna, flora, selvas y bosques, están desapareciendo por el impacto del cambio climático.

Según la Organización Mundial de la Salud cerca de 800 mil personas se suicidan al año en varios países en el mundo. Tengo la certeza de que el mayor temor del ser humano es la disociación que experimenta; que no tiene nada que ver con el país de procedencia, ese pensamiento proviene del rechazo de habitar un lugar que nos obliga subliminalmente a ser como otr@s y nos impide conectar con nuestro auténtico yo para correr detrás de un yo inalcanzable.

“A los niños, antes de enseñarles a leer, hay que ayudarles a aprender lo que es el amor y la verdad.” 

Mahatma Gandhi.

¿Cuál es el futuro del mundo con las nuevas generaciones? 

Es difícil predecir el fin del mundo, pero si continuamos con el mismo sistema que sólo nos obliga, seguiremos evolucionando por el camino equivocado, un camino que está lejos de lo que somos y deseamos, porque todo aquello que nos han enseñado está alejado de la realidad para seguir fieles a una verdad condicionante. 

  • De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el lugar más peligroso para una mujer es su propio hogar, esto sucede porque hasta ahora no existen materias escolares referentes al amor consciente, porque de implementarse, los niños podrían contribuirse de forma más compasiva y ya no crecerían pensando que el amor es algo que sólo pueden encontrar en el exterior; de esta manera la sociedad ya no tendría que lidiar con 87 mil mujeres asesinadas en manos de una pareja que creían el amor de su vida.
  • Sigo creyendo que si los sistemas educativos ayudaran a los niños con actividades que l@s impulsaran a creer en sí mismos, éstos podrían conectar con su felicidad y dejarían de percibirla como una meta; de otro modo, las 250 millones de personas que según la ONU han consumido algún tipo de droga en el mundo, seguirán  aumentando pues no se están atendiendo las causas; y esas nuevas generaciones irán tras el consumo de cocaína como única opción para conocer la felicidad o elegirán la  heroína para sentirse libres de esa necesidad de ser perfectos; porque si ni en casa ni en la escuela se les posibilita aprender esto, entonces ¿cuándo lo harán? 
  • Sigo creyendo que si hubiera materias de enseñanza emocional, los niños sabrían reconocer sus estados emocionales y no se avergonzarían de cómo se sienten; de esa manera aprenderían a construir su propia inteligencia emocional para dejar de vivir relaciones emocionales y comenzarían a relacionarse con l@s demás de forma consciente.  
  • Sigo creyendo que si se impartieran clases de geografía ambiental, l@s niñ@s serían educad@s para cuidar el medio ambiente, los animales, el agua, la naturaleza, etc; y serían guiados en comprender cómo el impacto de sus acciones afecta el mundo en donde viven, porque no se trata de cambiar a las generaciones actuales, las cuales ya están manipuladas desde hace años; se trata de transformar aquellas que pueden darle un nuevo sentido al mundo. 
  • Según la UNESCO son 758 millones de analfabetas en el mundo, personas cuya presencia también impacta, tal como lo dijo Nelson Mandela: 

“La educación es el arma más poderosa que podemos usar para cambiar el planeta” y yo creo que sin educación, no hay consciencia. 

¿Dónde está la solución? 

Si los sistemas con los que se educa siguen siendo los mismos, lo que obtendremos será más generaciones mentalmente oprimidas, en lugar de mentes libres que aporten cambios positivos para la evolución de la tierra.

Si esos sistemas dejaran de resistirse a crear nuevas formas de enseñanza, haríamos de la inclusión un hábito y las diferencias ya no serían un problema.

Si la educación tuviera espacios para ayudar a los niños a desarrollar sus talentos, éstos podrían utilizarlos en beneficio de tod@s, no perjudicando al mundo por la profunda represión de sentirse poco valiosos. 

Permitamos que los niños elijan qué quieren aprender y hagan de las materias necesarias algo divertido, porque la responsabilidad no radica en hacer tareas o en aprobar exámenes; la responsabilidad inicia en la forma en la que percibimos la vida y el examen más importante consiste en aceptar lo que somos sin miedo al qué dirán ni al dolor por no encajar; al fin, la vida es sólo un juego que todos vamos a perder algún día. 

Que los sistemas educativos involucren programas acerca de cómo orientar a los niños a gestionar sus emociones, pensamientos y actitudes para que desarrollen su sabiduría y sepan elegir dónde quieren estar; dejemos de preguntarles qué es lo que quieren ser cuando sean grandes, porque eso es parte de una etiqueta que sólo l@s condiciona y segmenta, dejemos que descubran en qué lugares funcionan mejor; permitamos que se perciban a sí mismos como seres completos porque ell@s son capaces de lograr cambios fundamentales; el objetivo de todos los que estamos aquí en la tierra es esparcir el amor a través de todo lo que experimentamos; de lo contrario, seguiremos soñando con un mundo mejor mientras somos testigos de cómo todo se acaba.

Con amor y servicio, Shary ChavLó ∞