La creación de las redes sociales se convirtió en una de las ventanas más importantes para descubrir el mundo; recuerdo que una de las primeras redes de conexión se llamaba “Hi 5” cuyo objetivo era conectar con las personas y socializar; por supuesto, todo fue evolucionando y hoy tenemos diferentes plataformas sociales que nos brindan una mayor posibilidad de conexión.
Hace unas semanas te hablé del ego y comenté que una de las herramientas más peligrosas que tiene es someterte a la comparación con los demás para hacerte creer que debes ser como otros porque ser sólo tú es insuficiente; gran parte de esa fuente comparativa proviene de las redes sociales que dan fuerza a los modelos estandarizados que te hipnotizan y te hacen separarte de la realidad y por supuesto, de ti mism@.
La comparación es un instrumento nocivo que tiene la capacidad de opacar tus talentos y virtudes; te hace creer que los demás tienen estrella y que tú, naciste estrellad@ y cuando esa creencia se instala en ti de forma inconsciente, creas en tu mente etiquetas como: soy un@ perdedor@, soy un@ fracasad@, soy poca cosa, no sirvo para nada, etc., y esas marcas son las que te limitan y te impiden creer que tú también tienes posibilidades para manifestar abundancia, esto sucede porque tu mente sólo conoce la sensación de fracaso de acuerdo a su métrica de comparación; por lo tanto, no le interesa sacarte de esa creencia que más allá de beneficiarte, te daña.
¿Qué es el fracaso? Es la perspectiva con la que miramos las experiencias que nos confrontan de la vida; es una ilusión de la mente que nos hace pensar que si no logramos nuestros propósitos significa que no seremos reconocid@s por el exterior, porque en tu cabeza permanece la idea de ser perfect@ y ese pensamiento es una derivada del fracaso porque para la mente perfeccionista, el resultado nunca será suficiente.
Cuando creemos haber fracasado es porque relacionamos el suceso con las pérdidas, porque seguimos calculando la vida a través de los resultados impuestos por las expectativas que surgieron antes de construir un plan; y cuando las expectativas se involucran en el proceso, el resultado estará rodeado de desilusiones que nos harán creer que lo hemos perdido todo.
“El fracaso es parte de la vida; si no fracasas, no aprendes y si no aprendes, no cambias.”
Paulo Coelho.
El fracaso es una parte indispensable de la vida porque a través de éste, descubres tu fortaleza interna porque la experiencia del fracaso te invita a reconocer tu humanidad; la cual está diseñada para acertar y equivocarse; sin embargo, en nuestra consciencia de separación, continuamos atrapad@s entre lo que creemos que está bien y mal, eso nos hace creer que el fracaso existe en la dualidad negativa; y por ende, nos negamos a ella para experimentarla.
Los propósitos básicos de todo ser humano es tener salud, amor y dinero; curiosamente sólo cuando las cosas no van bien en nuestras relaciones ni en la abundancia económica, creemos que estamos fracasando ¿a qué se debe esto? Todo aquello que creemos obtener del exterior lo describimos como éxito o fracaso, pero lo que venga de uno mism@ ni siquiera es notado, porque el éxito y el fracaso está directamente relacionad@ a lo que los demás piensan de ti.
Cuando estás en una relación que va fracasando, la primera etapa que cruzas es la culpa que te hace pensar que no estás dando lo suficiente en la relación; sin embargo, posiblemente no te has dado cuenta que dicha unión, ha sido construida por las ilusiones, por la condición del tiempo y por las necesidades afectivas que ambos necesitaban cubrir; y esto ha hecho que ninguno de ustedes pueda formar una relación exitosa; lo peligroso de la culpa mutua es que cuando no se permiten reconocer que la relación fracasó, buscarán alternativas destructivas para mantenerse juntos y en caso de que todo se acabe, tú buscarás la manera de auto-castigarte haciéndote creer que en el amor eres un@ fracasad@.
Cuando estás en un trabajo o impulsando un proyecto que no está saliendo como esperas, tu primer pensamiento es: ¿qué estoy haciendo mal?, la realidad es que no estás creando nada erróneo sólo que tu éxito lo estás condicionando a tus expectativas de cómo debe funcionar, eso hace que te cierres a nuevas posibilidades que puedan traer a tu vida mejores beneficios.
Quiero decirte que el éxito no es un lugar al que tengas que llegar, el verdadero éxito parte del auto-conocimiento que te ayuda a reconocerte, amarte, perdonarte, ayudarte y a confiar en ti mism@ porque el éxito sólo resulta cuando eliges creer en ti aún cuando nadie cree en lo que eres porque la vida no se trata de tenerlo todo, se trata de sentirte capaz de todo.
Si estás pasando por un momento en donde las cosas no funcionan, no quiere decir que seas un@ fracasad@, significa que tu ser, se está expresando en las diferentes etapas que tiene para manifestar; para que de esa manera pueda aprender y así evolucionar; deja de identificarte con esta etapa de tu vida porque sólo estás viviendo una experiencia pero no te estás convirtiendo en ella; por lo tanto, no elijas esconderte detrás de la desconfianza que te dice: “nunca más lo intentaré”.
Acepta que has fracasado, acepta que te has equivocado, acepta que ha terminado, acepta que no eres perfect@ porque aceptar tu humanidad hará que te adaptes fácilmente a la fuente de constantes cambios que definen el mundo porque dentro de esos movimientos también estás tú; por favor recuerda que el hecho de sentir que las cosas no van bien, no significa que seas menos suertud@ que otros; tu alma es quien eligió este proceso para aprender y ayudarte a sacar lo mejor de ti mism@; puedes estar segur@ de que no pierdes nada si lo intentas una vez más, pero si caerte representa quedarte ahí, es porque en el fondo de ti sigue la creencia de que tú no mereces moverte porque te has convencido a ti mism@ de ser un@ fracasad@; así que toma consciencia de esto y encuentra las creencias que te están manteniendo en el miedo que te genera seguir adelante.
Cree en ti, Shary ChavLó ∞
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