El viaje del alma: ¿A dónde vamos después de la muerte?

Creo que el tema de la muerte es uno de los temas menos abordados y uno que el ser humano teme comprender, porque lo relacionamos con el fin de todo y cuando alguien muere una de las respuestas más comunes es que esa persona se encuentra en un lugar mejor pero, ¿qué tan cierto es esto?

Recuerda que en nuestras infinitas creencias, nos han hecho pensar que existe un lugar llamado paraíso y que es ahí donde el alma llega después de atravesar la muerte existencial. Estudios científicos han efectuado una serie de experimentos confirmando la existencia del alma, incluso han asegurado que después de abandonar el cuerpo este pierde 21 gramos que hace referencia al posible peso del alma.

Pero ¿qué es el alma? El alma es la conciencia que nos conecta a la vida; es quien elige venir a la tierra para lograr lo que por sí misma no puede, que es materializar su experiencia a través del sentir; su naturaleza está basada en la neutralidad de las causas esto significa que sus juicios ante lo que vive son inexistentes porque éstos sólo viven en la mente del cuerpo que habita; recuerda que el objetivo del alma es evolucionar para lograr su propio estado nirvana, finalmente fue creada como una esencia omnipresente, omnisciente y omnipotente.

¿Cómo sabe el alma a dónde ir cuando deja el cuerpo material? Nuestra alma lleva consigo un hilo conductor llamado espíritu; ese espíritu es la conexión directa con la creación, Universo, Dios etc., esto quiere decir, que todos tenemos la misma capacidad espiritual y nadie se exime de esta conexión; por lo tanto, romper con ese hilo es imposible aunque en tu experiencia material decidas creer o no en lo divino; cuando el alma elige abandonar su cuerpo se guía por esa conducción para volverse a adherir al universo o a la creación total del todo.

No tienes un alma. Tu eres un alma. Tú tienes un cuerpo.

Clive S. Lewis.

Espero que puedas hacer el siguiente ejercicio: deja tu mano en el aire y muévela de forma lenta, siente como una ligera ráfaga de aire choca contra tu palma ¿lo sientes? Por favor date la oportunidad de verdaderamente sentir, cuando lo percibas quiero que sepas que de esa sensación está hecha tu alma, así que conócela y preséntate con ella, porque gracias a ella tú estás aquí en la tierra.

En mi experiencia como canalizadora, he comprendido que el alma tarda 21 días en irse completamente de la tierra después de su deceso material. ¿Por qué 21 días? Porque 21 es la relación mística del 3 que en Numerología nos habla de la trinidad (padre, hijo, espíritu santo; mente, cuerpo, espíritu); por lo tanto, el número 21 está asociado a la transformación y al cumplimiento de todo ciclo. En este tiempo el alma viaja a través de ciertos episodios importantes que tuvo en vida y observa las experiencias que aprendió y comprende si logró trascender lo que tenía planeado para esta vida y que de alguna manera ha ido arrastrando desde sus vidas anteriores; ella no juzga ni tampoco se lamenta si lo que hizo estuvo bien o mal sólo entiende que aquello que vivió fue o no parte de su plan perfecto y cuando logra vislumbrar toda esa experiencia decide si regresará o no a experimentar la tierra nuevamente; cuando pasan esos 21 días de iluminación comienza con su propio viaje astral para regresar a la unión con el universo y desde ahí, continúa con su proceso.

Cuando el alma tiene la visualización de su vida no percibe lo que logró materialmente, tampoco se enfoca en si fue arquitecta, abogada, carpintera, famosa, desconocida, rica, pobre, guapa o fea etc., todo eso forma parte de su viaje pero no es lo que define al viaje como tal; lo que le interesa es la evolución de la experiencia que la llevará a nuevos aprendizajes o al mismo ciclo de repetición hasta que recuerde quién es y así, trascienda.

Nuestra alma se comunica a través de la voz interior pero raramente la escuchamos porque estamos más preocupados por la supervivencia; muchas personas se preguntan: ¿para qué estoy aquí en la tierra? La respuesta es sencilla, estás aquí para existir en el tiempo presente; sin embargo, los seres humanos estamos acostumbrados a vivir en el pasado o correr al futuro; este hecho lleva al alma a la experiencia de lo no materializado y eso ocasiona que su verdadero propósito no pueda ser concluido.

Cuando alguien a quien amamos se adelanta a la totalidad del espíritu lo primero que hacemos es preguntarnos si está bien y lo hacemos porque dentro de nuestras creencias, humanizamos el espacio en donde las almas están y creemos que su proceso lo viven de la misma manera en la que el humano lo experimenta; por lo tanto, quien vive la pérdida e imagina sol@ a quien se adelantó, convierte este hecho en su eterna agonía y eso lo conduce a un apego destructivo. Recuerda que el objetivo del alma es ser libre y es ella quien decide terminar con la experiencia para continuar con su propio viaje de otra manera; esto quiere decir, que tus creencias referentes al cielo y al infierno están activos sólo en tu mente y tú decides si terrenalmente los experimentas o no; recuerda que a tu alma sólo le interesa la evolución y de ti depende desde qué lugar la ayudas a evolucionar.

La mejor manera de contactar con tu alma es saberte tú en el cuerpo que elegiste, comprendiendo que todo es parte de una ilusión que tiene un tiempo límite y que sólo tu alma sabe en qué momento continuará con su nuevo viaje; lo más importante es que comprendas que tú estás en unidad a ella y que no sólo eres un cuerpo sino que aceptes que también eres mente y que ambos coexisten a través de tu gran espíritu.

Namastè;
Shary ChavLó ∞